Conducir en invierno, en muchos puntos de nuestra geografía significa conducir con nieve o peor aún, con hielo. Sin lugar a dudas, se trata de una de las situaciones de mayor riesgo a la que nos enfrentamos los conductores. Por ello, nunca está de más recordar en nuestros tutoriales de mecánica, algunos consejos prácticos para evitar sustos al volante en estas circunstancias.
¿Cómo conducir con hielo?
Aquí te mostramos algunos aspectos que debes tener en cuenta para conducir de forma segura cuando hay hielo en la calzada.
Atención a la presión de los neumáticos
Debido al frío, durante los meses de invierno la presión de los neumáticos desciende de manera natural. Te recomendamos que compruebes cada dos o tres semanas su estado. Generalmente, cuando no están completamente inflados, los neumáticos tienen un tiempo de reacción más lento, lo que obviamente, aumenta el peligro al conducir con hielo. Conoce cómo hinchar las ruedas del coche para que estén en su punto óptimo.
Existen neumáticos de invierno
Los grandes fabricantes de neumáticos mejoran año tras año sus modelos convencionales (los concebidos para todas las circunstancias climatológicas, los llamados "All Seasons"), pero a día de hoy, por debajo de los 7ºC estos neumáticos empiezan a perder sus prestaciones. Por ello, si vives en zona de alta montaña o en una región con heladas constantes, plantéate comprar unos neumáticos de invierno: el dibujo de la banda de rodadura, el grosor y los compuestos de goma empleados garantizan una adherencia superior.
Aprende a reconocer las placas de hielo
Todos sabemos que las placas de hielo son muy traicioneras: no resultan del todo visibles y a menudo se producen en días de anticiclón (en los que a primera vista, la carretera está en buen estado). Por este motivo, reconocer las circunstancias y los lugares donde más probabilidades hay de que aparezcan nos ayudará a estar alerta y a prevenir contratiempos al circular sobre ellas. Según el Real Automóvil Club de España (RACE) las zonas más propensas a desarrollar placas de hielo son:
- Zonas con gran humedad, como las cunetas de carreteras sin arcén o con vegetación abundante
- Zonas sombrías donde apenas da el sol, como debajo de los puentes y los pasos elevados
- En las entradas y salidas de los túneles
- En los badenes y en las depresiones del asfalto
Recuerda que si percibes la carretera muy brillante o algo blanquecina, es probable que haya placas congeladas.
Suavidad en la conducción
En los días con riesgo de hielo, las prisas son peores compañeras que nunca, ya que la conducción ha de ser más tranquila y suave: trata de salir con más tiempo de casa para poder reducir la velocidad en el trayecto. Desde muysencillo.com te damos estos cuatro tips al respecto:
- Si tu coche comienza a deslizarse por el hielo, mantén la calma y no pises los frenos de manera brusca y fuerte, ya que así los obstruyes. En su lugar bombea los frenos pisándolos suave y brevemente. De esta manera tendrás más control sobre el vehículo.
- Para acelerar, emplea la marcha más larga posible
- En tramos descendentes, todo lo contrario. Utiliza la marcha más corta para que el motor nos retenga y podamos restringir el uso del poco fiable (en estas circunstancias) freno de servicio.
- Amplía la distancia de seguridad entre vehículos.
Si eres de los que va a dos ruedas, también es recomendable que sepas cómo conducir una moto en lluvia para no tener ningún accidente.