El correcto mantenimiento de la calefacción es una cuestión importante que no se debe pasar por alto, porque además de ayudarnos a ahorrar dinero cada mes, nos garantiza también la seguridad en el hogar. Descubre unos cuantos tips para un buen mantenimiento de la calefacción, a continuación.
Cómo realizar un correcto mantenimiento de la calefacción
El gasto en calefacción suele uno de los más elevados en una familia. Y es que, este aparato se convierte en imprescindible durante los meses de más frío, y lo más normal es ponerla a diario. Sin embargo, cuando no llevamos a cabo un correcto mantenimiento de la calefacción, puede que esta deje de funcionar nada más ponerla y tengamos que gastarnos mucho dinero en la reparación.
Además, se ha demostrado que los circuitos de calefacción que no están correctamente revisados pueden gastar hasta un 10% más respecto a aquellos aparatos que siguen sus revisiones y controles. Además de mantener la temperatura del hogar sin arruinarte, con el objetivo de tener un sistema de calefacción seguro y que funcione correctamente, sigue estos sencillos consejos para un buen mantenimiento de la calefacción en tu hogar:
1. Comprueba la conexión de la caldera
Para empezar el mantenimiento de tu calefacción, el primer consejo es que te asegures de que tu caldera está correctamente conectada antes de ponerla en marcha. Para ello, debes comprobar que el enchufe está conectado a la red eléctrica, y que el conducto de gas y las tomas de entrada y salida del agua están también debidamente conectadas. Cuando compruebes que todo esto está correcto, podrás entonces encenderla con total seguridad.
2. Verifica la presión
Las calefacciones que funcionan a través de un circuito de agua necesitan tener un buen nivel de presión para que puedan arrancar correctamente. Como norma general, el nivel de presión adecuado para estos aparatos oscila entre 1,2 y 1,5 bares. Hay que tener en cuenta que todas las calderas, tanto las analógicas como las digitales, suelen contar con un indicador de presión que nos facilita la labor de verificar la presión.
En caso de que tu caldera, al encenderla, no haya obtenido los parámetros de presión normales, deberás entonces utilizar la llave de llenado de presión para corregir esta situación antes de ponerla en marcha.
3. Programa la temperatura que te parezca más adecuada
El hecho de fijar una determinada temperatura en tu caldera influirá muy directamente sobre el recibo de gas que tengas que pagar cada mes. En este sentido, lo recomendable es mantener una temperatura constante en casa que oscile entre los 18 y los 23 grados. También puedes calentar la casa sin encender la calefacción con unos sencillos trucos.
Está comprobado, además, que si se mantiene la calefacción dentro de estos niveles de temperatura se optimiza así el gasto en gas porque, de esta manera, se evita que la caldera tenga que hacer un nuevo esfuerzo energético cada vez que volvemos a encenderla de nuevo.
4. Revisa los radiadores con frecuencia
Cuando la calefacción está configurada a través de un circuito de agua, hay que prestar mucha atención a los radiadores dentro de las labores de mantenimiento general de la calefacción. Revisar los radiadores te ayudará a ahorrar dinero en tu factura de la calefacción porque siempre dispondrás de un consumo óptimo.
Para mantener un radiador en correcto estado es necesario limpiarlo y acondicionarlo, como mínimo, una vez cada año. También es fundamental realizar una limpieza externa de todos los radiadores de la casa, limpiando el polvo y la suciedad adheridas, para asegurar así un correcto funcionamiento.
Además, una vez limpios, debes revisar con detalle las posibles fugas que pueda tener cada radiador tanto en la zona de las válvulas como en las conexiones. Los radiadores que pierden agua suelen emitir un sonido de goteo perceptible al oído, y también suelen dejar un cerco de agua en el suelo en un breve espacio de tiempo.
