La construcción de una casa es un proyecto que implica un gran desembolso, pero que si está bien pensado y diseñado nos puede suponer un importante ahorro a medio y largo plazo.
Al fin y al cabo, construir una casa es un proyecto de vida, un lugar en el que pasaremos muchos años. Así que, si has tenido en cuenta cuestiones como la iluminación, la eficiencia energética, los materiales o has contado con el apoyo de los mejores, será más fácil que tu nueva casa te ayude a ahorrar todos los meses.
Consejos para conseguir ahorrar cuando construyes tu hogar
Un error muy común es pensar que el ahorro en la construcción de la casa se consigue solo con los costes de los materiales de construcción.
Por el contrario, hay que tener en cuenta cuestiones como la inclinación del terreno a la hora de diseñar el proyecto, para lo que podemos contar con la ayuda de empresas como Cyros, con reconocida experiencia a sus espaldas en llevar adelante con éxito proyectos de lo más variados, algo que, sin duda, es una garantía para nuestro proyecto personal. Es más fácil y económico adaptar el proyecto al terreno que adaptar el terreno al proyecto, para lo que perderás tiempo y recursos excavando y trasladando la tierra al vertedero.
Y, en cuanto a los materiales, a la hora de elegirlos puedes ahorrar unos cuantos euros en función de la marca que escojas, pero jamás deberías ahorrar en calidad, ya que a la larga te saldrá más caro cuando surjan desperfectos que hagan necesarias las consiguientes reparaciones.
Pero no solo los materiales que empleemos y el terreno donde ubiquemos nuestro hogar nos ayudarán a ahorrar en su construcción. Existen otras cuestiones fundamentales a considerar para lograrlo. Vamos a conocerlas.
Realiza un estudio de la iluminación y adecuación energética
Entre otras cosas, tendrás que valorar la iluminación del proyecto y la adecuación energética.
En el caso de la iluminación, la orientación es clave. Las casas deben seguir la trayectoria del sol, así que la orientaremos hacia el sur (o hacia el norte si estamos en el hemisferio sur), pues, de esta forma, conseguiremos aprovechar el máximo de luz en el mayor número de habitaciones del hogar, al estar alineadas con su desplazamiento a lo largo del día.
Según el clima de la zona donde la construyas, tendrás que valorar el tamaño de las ventanas, el aprovechamiento de los árboles, si utilizarás parasoles o toldos, etc. También hay que distinguir entre la fachada principal y la fachada óptima, que no son lo mismo. La fachada óptima sería aquella en la que el sol incide la mayor parte del día, absorbiendo una mayor cantidad de calor que será distribuido por el interior de la vivienda. Lo ideal es que diseñes tu fachada principal de tal manera que sea la fachada óptima que corresponde a tu casa por su ubicación.
Para evitar pérdidas de energía, necesitarás un buen aislamiento térmico que lograremos con el uso de materiales de alta resistencia térmica.
Lo más común son los materiales fibrosos o porosos como lanas minerales (de roca o de vidrio), el poliestireno expandido o el extruido o la espuma de poliuretano. Sin embargo, estos materiales incluyen componentes químicos o que pueden resultar tóxicos. De ahí que, cada vez sea más común el uso de materiales naturales que realizan la misma función aislante, como el corcho, el lino, la madera o el cáñamo.
Encuentra soluciones para ahorrar agua
Como ser precavidos es siempre la mejor de las opciones, nuestro consejo es que consultes desde ya cualquier cuestión relacionada con la impermeabilidad de la vivienda, con el fin de evitar fugas de agua que puedan ocasionar desperfectos y gastos innecesarios en la casa que vas a construir. En https://www.lemara.es son expertos en impermeabilización y todo un referente en el sector, con la tranquilidad que ello te brindará. Impermeabilizando tu hogar consigues, por un lado, ahorrarte las reparaciones de los desperfectos que te acabamos de comentar y, por otro, ahorrar en el propio agua que se pierde en las fugas.
Además de la impermeabilización, hay otras cuestiones en las que podemos fijarnos al ahorrar agua. Por ejemplo, que la caldera, el termo, el acumulador o el elemento que utilicemos para calentar el agua esté lo más cerca posible al punto de consumo, de forma que el agua que perdemos entre que encendemos el grifo y ésta empieza a salir caliente sea la menos posible.
Una buena alternativa son las bombas de circulación que mantienen la tubería de agua caliente siempre cargadas, o los sistemas inteligentes que detectan las horas de mayor consumo y nos tienen el agua ya calentada. Muchas lavadoras y muchos lavavajillas pueden conectarse a la toma de agua caliente, lo que también nos ayudará a ahorrar agua y energía cuando utilicemos estos electrodomésticos.
Haz una previsión de gastos
Finalmente, y para que tus finanzas personales no se resientan con esta acción que vas a emprender, tendrás que hacer una previsión de gastos con todos los aspectos relativos a la obra, desde los materiales y la mano de obra a las licencias, permisos, tasas o impuestos municipales relacionados con ella.
Pero la cosa no acaba aquí, ya que una vez tengas terminada tu nueva vivienda tendrás que afrontar una serie de pagos adicionales como la escritura de obra nueva, la tasa por licencia de primera ocupación o la cédula de habitabilidad.
Y, no olvides, reservar parte del presupuesto para los imprevistos que surjan durante la construcción. Teniendo todo esto en cuenta, la construcción de una casa que se convierta en tu hogar soñado y el de tu familia a la vez que ahorráis, es posible.