La sensibilidad a la luz, denominada también como fotofobia, es una molestia ocular que produce un intenso dolor en los ojos ante la presencia de luz, ya sea natural o artificial. Es decir, la exposición a los rayos del sol o a una luz brillante genera una gran incomodidad y dolor al parpadear.
Esta dolencia se suele vincular a otros problemas oculares frecuentes, como la miopía o las alteraciones en la córnea. Entre sus principales síntomas, destaca la necesidad de cerrar los ojos rápidamente, así como el enrojecimiento de los ojos y el continúo lagrimeo. Otros de los síntomas que pueden surgir son mareo, cefalea, problemas de visión, migraña, náuseas y vómitos.
Cuando se tiene este problema de sensibilidad a la luz, el dolor ocular, la visión borrosa y la sequedad en los ojos es frecuente. Para ello, es importante utilizar unas gotas para ojos secos que ayuden a hidratarlos y reducir el dolor. Pero, ¿qué consejos se deben seguir para aliviar esta dolencia? En el siguiente artículo, ¡lo vemos!
¿Sensibilidad a la luz? Consejos para cuidar nuestros ojos
Si te han diagnosticado fotofobia y tienes una gran sensibilidad a la luz, no podrás hacer que el dolor desaparezca, pero puedes seguir algunas pautas para reducir y aliviar sus síntomas:
1. Lo primero, protección ante la exposición solar
Evitar las luces intensas debe ser una de las principales medidas que debes tomar. A su vez, cuando te expongas ante la luz solar, no te olvides de utilizar gafas de sol y un gorro o sombrero.
2. Haz un buen uso de las lentillas
Cuando utilizas lentillas, necesitas seguir un conjunto de medidas de higiene. Debes evitar que los ojos estén secos, manteniéndolos hidratados en todo momento. Para ello, encuentra unas lentillas adecuadas y usa gotas para ojos secos. De este modo, tus ojos estarán cuidados y protegidos.
3. Come sano y equilibrado
Algunos alimentos son muy saludables y están recomendados para aquellas personas que padecen fotofobia. Es el caso de los alimentos que tienen vitamina B12. Se pueden encontrar en:
- Los lácteos: leche, queso y yogures.
- El pescado: almejas, moluscos, caballa y salmón.
- La carne magra: ternera o cerdo.
- La yema del huevo.
- Las frutas: naranja, aguacate y arándanos.
Al mismo tiempo, es importante reducir el consumo de alcohol y cafeína, ya que pueden incentivar la hipersensibilidad ocular.
4. Prioriza la luz natural
Otra recomendación que debes tomar es utilizar siempre que puedas la luz natural y reducir el uso de luces artificiales que generan un mayor impacto a nivel ocular.
5. Controla el brillo de las pantallas
Los dispositivos móviles tienen una luz muy intensa que, aunque no lo parezca, pueda acabar afectando a nuestros ojos. Por tanto, controla y ajusta el brillo de la pantalla tanto del móvil como del ordenador o la televisión.
6. Hazte revisiones oculares con frecuencia
Además de seguir estos consejos, debes llevar un seguimiento de una dolencia ocular como es la fotofobia. Para ello, acude al oftalmólogo para que te realice una revisión completa y te dé unas pautas específicas a seguir en caso de que lo necesites.
Ahora ya sabes cuáles son los consejos que puedes seguir para reducir el dolor si padeces sensibilidad a la luz. Y, recuerda, tus ojos son muy importantes, así que cuídalos.