Cuando se trata de ahorrar, es lógico que desees evaluar tus opciones para escoger aquella que te proporcione mayor seguridad y beneficios. Aquí podrás conocer todo lo que puede ofrecerte una cuenta bancaria, un depósito o un fondo de inversión. ¿Quieres saber cuáles son sus diferencias y cuál es el más adecuado para ti? ¡Sigue leyendo y descúbrelo!
Cuenta bancaria
La cuenta bancaria es un espacio virtual donde una entidad financiera guarda tu dinero para gestionarlo a través de los servicios que ofrece. Al contar con una, podrás realizar todo tipo de operaciones: depositar y retirar dinero, efectuar pagos y recibirlos.
Adicionalmente, tendrás a tu alcance muchos servicios y productos para hacer más fácil tu gestión económica. Entre ellos, destacan las tarjetas de crédito y débito, los seguros, los préstamos y las hipotecas.
A su vez, se pueden encontrar diversos tipos de cuentas bancarias en función de cuáles sean tus necesidades. Nos referimos a las cuentas corrientes, de ahorro, nómina, cuentas bancarias sin comisiones, de valores, para empresas y negocios, entre muchas otras.
Depósito
El funcionamiento de los depósitos bancarios es bastante simple: un cliente (ya sea una empresa o un particular) le otorga dinero al banco durante un determinado lapso de tiempo con unas condiciones preestablecidas. El principal objetivo es obtener un beneficio a cambio de depositar el dinero por un tipo de interés.
Bajo este sistema, mientras más largo sea el plazo, mayor será el beneficio. No obstante, si el cliente hace un retiro de este dinero antes de cumplirse el tiempo establecido, el banco puede imponer una sanción. Por tanto, es necesario tener en cuenta que el dinero que ingresa el banco a través de un depósito pertenece al titular de la cuenta. Sin embargo los derechos de inversión, gestión y generación de intereses corren por cuenta de la entidad bancaria, hasta el momento en que el titular decida retirar o movilizar dicho dinero.
Además, este dinero deberá estar disponible para el titular y la entidad bancaria deberá responder por él en el momento en que el propietario lo solicite. Y, para ello, se tendrá en cuenta el tipo de depósito, el plazo establecido y el tipo de cuenta del usuario.
Fondo de inversión
El fondo de inversión utiliza el capital de varios contribuyentes para invertir en diversos fondos con el propósito de obtener ganancias. Es decir, significa que la persona debe adquirir o comprar parte de ese fondo para participar.
Por tanto, el patrimonio que se forma en este tipo de inversiones no responde a una persona jurídica. Se traduce en participaciones que son gestionadas por una organización especialista en inversiones y puede escoger aquellos sectores y ámbitos que generen unas mayores ganancias y rentabilidad.
En este sentido, con el uso de los fondos de inversión, el dinero puede ser utilizado para adquirir activos, acciones, letras, bonos y productos financieros. Sin embargo, la rentabilidad no es totalmente segura y depende de la fluctuación de ciertos valores.
¿Cuál es la mejor alternativa de ahorro?
Ahora que conoces todas las opciones, es un buen momento para analizar sus factores y elegir la opción correcta:
En materia de seguridad
Se puede destacar la cuenta bancaria y el depósito como las opciones más seguras, ya que este tipo de inversiones están respaldadas por determinadas instituciones. Por ejemplo, en el caso del depósito, el Fondo de Garantía de Depósitos cubre hasta los 100.000 euros por cliente en caso de insolvencia de la entidad bancaria.
Posibilidades de diversificación
Un fondo de inversión te permite participar en variedad de activos y esto no ocurre con las otras alternativas para ahorrar.
Gastos generados
En relación a los gastos que se generan, destacan las ventajas que ofrece la cuenta bancaria. En función del capital depositado, no se requiere pagar gastos adicionales, tan solo las comisiones bancarias producidas por el uso de los productos financieros.
Fiscalidad
Por un lado, la cuenta bancaria se trata de una muy buena opción, ya que no requiere ningún coste para retirar el dinero. Por su parte, el fondo de inversión y el depósito tributan en las rentas de ahorro. Sin embargo, cada vez que se vence el depósito, se debe pagar un porcentaje a Hacienda. En cambio, con el fondo de inversión, se puede solicitar una exención fiscal para invertir en otro fondo.
Por todos estos motivos, la mejor alternativa de ahorro depende de tu situación económica. Por ejemplo, si deseas comenzar a ahorrar, lo más recomendable es abrir una cuenta bancaria, seguir con un depósito y, por último, optar por los fondos de inversión. Ahora bien, si tienes mayor estabilidad financiera, puedes optar por los fondos de inversión.
Sin embargo, si quieres saber cuáles son los riesgos que implican cada una de estas formas de ahorro mencionados, la de menor riesgo es la cuenta bancaria. Posteriormente, el depósito y el fondo de inversión. En resumen, primero analiza tus opciones y escoge la opción que te ofrece mayores ventajas.