Aunque no seas un experto mecánico, cambiar el filtro de aceite de tu vehículo es algo que puedes hacer tú mismo. Es una pieza que cuesta poco dinero y de su buen estado dependen, en gran medida, las buenas prestaciones del motor, el ahorro de combustible y la vida útil del coche.

Tan importante como medir el nivel de aceite en un coche y cambiarlo según las indicaciones del fabricante, lo es sustituir el viejo filtro por uno nuevo cuando éste ya no cumple su función. El filtro de aceite actúa reteniendo las impurezas que pueden circular por el sistema de lubricación del motor. Estas minúsculas partículas generadas por la propia combustión, o incluso pequeños fragmentos metálicos derivados del rozamiento de las piezas de metal, pueden causar importantes deterioros si no son retenidas en el filtro.

Los hay de distintos tipos aunque el funcionamiento de todos ellos es similar. La pieza consta de varias capas de materiales porosos que se encargan de atrapar esas partículas para evitar su presencia en los circuitos del motor. Los más habituales son:

• De cartucho intercambiable. Sólo se sustituye la parte interna de la pieza, es decir, las distintas láminas de filtrado.
• Monoblock. Son los más habituales y sencillos de sustituir, porque a la hora de cambiarlos se retira la pieza inservible al completo y se coloca la nueva.
• Filtros de centrifugado. Manejarlos es algo más complejo. El filtro depura por centrifugado, enviando las partículas a paneles de papel que son los que deben retirarse cada cierto tiempo.

Pasos a seguir para cambiar el filtro de aceite de tu coche

No apures la vida útil del filtro de aceite porque si esta pequeña pieza está saturada y ya no filtra adecuadamente podría traer como consecuencia una costosa avería en el motor.

Imagina, por ejemplo que necesitas un filtro de aceite para tu Volkswagen, lo primero que tendrías que hacer es buscar la pieza que te interesa según el modelo del que se trate.

Una vez la tengas llega el momento de sustituir el viejo filtro por el nuevo:

1. Encuentra la ubicación exacta de la pieza (normalmente en la parte media o baja del motor) desmontando el cubre cárter.
2. Antes de quitar el filtro, coloca un recipiente bajo el vehículo para la recogida del aceite, retira los tornillos correspondientes y procede al vaciado.
3. Con el depósito vacío, procede a retirar el filtro que ya no te sirve. Intenta primero desenroscarlo únicamente con tus manos y la ayuda de un trapo seco, siempre girando en sentido contrario a las agujas del reloj. En algunos modelos es necesario realizar la extracción del filtro con ayuda de una llave específica. Puede valerte una llave de cincho o una de vaso que se adapte a la medida de la pieza. Si tienes que recurrir a una llave, utilízala solo para aflojar el filtro. Una vez suelto, debes terminar de desenroscar manualmente.
4. Una vez retirada la pieza, limpia toda la zona con un paño seco. Seguidamente, tendrás que colocar la nueva. Para que te resulte más sencillo, unta el borde superior y el área de enroscado del nuevo filtro con un poco del aceite que has retirado (o aceite nuevo si vas a cambiarlo). Sitúalo en el lugar correspondiente y enrosca manualmente para evitar posibles deterioros. Solo si lo crees imprescindible, refuerza al final con la llave hasta que tengas claro que ha hecho tope.
5. Procede a rellenar de nuevo el depósito del aceite.

Recuerda que un filtro que funcione a pleno rendimiento es la mejor garantía de conservación del motor y de la mecánica del coche en su conjunto.