La leche es uno de esos alimentos que tomamos prácticamente a diario, por ello, es muy probable que no le demos demasiada importancia a su estado de conservación antes de consumirla. Descubre 6 formas de saber si la leche está en mal estado, a continuación.
¿Cómo puedes saber si la leche está en mal estado?
Además de perder parte de sus cualidades nutricionales, cuando la leche está en mal estado ponemos en serio riesgo nuestra salud porque puede causarnos una intoxicación alimentaria severa si la ingerimos.
Por ello, es muy importante cerciorarse de que la leche se encuentra fresca y en perfecto estado siempre que vayamos a consumirla. Te contamos cómo puedes saber si la leche está en buen o mal estado antes de su consumo:
1. Huélela antes de consumirla
El olfato suele ser uno de nuestros principales aliados a la hora de comprobar si un alimento se encuentra en buen estado de conservación y es apto para su consumo. Al oler una leche fresca bien conservada no debería venir a la nariz ningún tipo de olor, sino simplemente, el olor a leche normal. Cuando la leche está en mal estado suele tener un olor desagradable y algo ácido. Este paso también es muy útil para saber si la carne está en mal estado al igual que otros alimentos.
2. Observa su consistencia
Si con el olfato no has tenido suficiente demostración para comprobar si la leche está o no en buen estado, entonces es recomendable que viertas un poco de leche en un vaso o taza transparente y que compruebes si ésta conserva una textura suave, consistente, y que esté totalmente libre de grumos.
Cuando la leche presenta la apariencia de un yogur o una textura similar al queso cottage, lo más probable es que esté cortada y no sea apta para el consumo.
3. Analiza su color
La leche que está en buenas condiciones para su consumo es una sustancia completamente blanca. Si la botella de leche no es transparente, es conveniente que eches un poco en un vaso de cristal y que la analices cerca de un foco de luz.
Cuando la leche está cortada o en mal estado, generalmente, presenta un color amarillento o una sombra algo más oscura en la capa superior.
4. Comprueba su fecha de caducidad
Antes de consumir cualquier alimento envasado, como la leche, lo más conveniente es verificar siempre cuál es su fecha de vencimiento e intentar que no te caduquen los alimentos. Debes tener en cuenta que la leche fresca suele tener una caducidad muy próxima (máximo de tres a cuatro días), mientras que la leche envasada y pasteurizada dura muchos más días dentro de la nevera una vez abierta.
Sin embargo, los expertos en alimentación recomiendan no tomar leche cuando esté a menos de tres días de su fecha de vencimiento, y especialmente si el envase de leche ha sido abierto previamente.
5. No consumas leche que no esté refrigerada
Otra de las cuestiones importantes a la hora de determinar el estado de conservación de la leche, es que no se debe nunca consumir leche que haya permanecido fuera del frigorífico abierta. Por ello, los envases de leche que se han abierto deben conservarse a una temperatura mínima de 4°C.
6. Caliéntala y observa su estado
Una herramienta muy eficaz para comprobar si la leche está en buen o mal estado antes de consumirla es el microondas. Para asegurarte de que la leche está siempre en buen estado antes de tomártela, un buen truco es calentarla un vaso al microondas durante unos minutos a máxima potencia. Si observas que al sacarla del microondas tu vaso de leche tiene grumos, un color amarillento o está algo pastosa, lo mejor es que la tires y que abras un envase de leche nuevo.