¿Te gusta la nata montada? Esta es uno de los ingredientes por excelencia de la repostería y la panadería. No importa si es para una tarta, un pastel o simplemente para mezclarla con unas fresas... la nata es deliciosa, sobre todo si la montamos nosotros mismo. Pero ¿cómo debemos batir la nata para que nos quede una nata montada perfecta?
El secreto de una buena nata montada es batirla adecuadamente. Siempre tendremos la opción de comprar la nata ya montada, ya sea en una panadería o en la sección de congelados de los supermercados. El problema es que la primera opción nos sale más cara que si la montamos nosotros, y la segunda opción no tiene un sabor tan intenso y real como la nata montada en casa. Además, en ninguno de estos casos tendremos la satisfacción de haber sido capaces de batir la nata y montarla nosotros mismos.
Cómo hacer nata montada
Si queremos conseguir natas montada deberemos batir la nata, bien a mano con unas varillas o bien podemos usar la batidora para montar la nata más rápidamente. No obstante, la nata montada no es instantánea y deberemos batir la nata durante un tiempo determinado para conseguir la textura adecuada.
- Elige un tetabrik de nata para montar, pues contiene la cantidad de grasa necesaria para conseguir montar la nata
- La nata debe estar fría, por lo que deberemos mantenerla en el frigorífico un rato antes de batirla
- Vierte la nata líquida y fría en un recipiente.
- Añade el azúcar (unos 65 gr de azúcar por cada 250 ml de nata)
- Elige una potencia baja en la batidora, introduce las varillas de esta en la nata líquida y presiona el botón para comenzar a batir
- Recorre y bate la nata durante un mínimo de 4 minutos
- La nata estará lista cuando adquiera una textura cremosa y consistente que además brilla.
Si vamos a utilizar la nata montada inmediatamente después a haberla batido deberemos asegurarnos de que el bizcocho o el plato en el que vayamos a usarla esté frío, sino corremos el riesgo de que pierda sus consistencia y empiece a derretirse, volviendo a su estado líquido. Si en cambio, vamos a utilizar la nata montada posteriormente, es importante que la guardemos en el frigorífico a temperatura bastante baja, o incluso en el congelador. Otra opción es usar estabilizadores como gelatina neutra en polvo, estabilizantes de nata o leche en polvo.
Recetas con nata
Uno de los placeres de la nata montada es que podemos comérnosla sola o bien utilizarla para crear otras recetas deliciosas, ya sea añadiéndola como decoración, como relleno o para mezclarla con la masa múltiples recetas.
Los mejores trucos para montar la nata