¿Estás pensando en independizarte o cambiar de piso? Seguramente estarás temblando ante la incipiente mudanza. Estrés, nervios, desorganización, caos, miedo a pérdidas, confusiones… son algunos de los sentimientos que se suelen experimentar a la hora de plantearse un cambio de vivienda.
No obstante, aunque la preocupación es inevitable dado que son nuestros bienes y nuestras pertenencias, sí que podemos intentar suavizar estas sensaciones y hacer el proceso un poco más llevadero. De hecho existe gente que prefiere evitarse toda la carga de trabajo y recurre a profesionales para realizar la mudanza, ya sea por comodidad o necesidad porque no hay ascensor o hace falta una grúa, por ejemplo. Cada vez existen más empresas especializadas en este tipo de trabajo, de forma que si lo que nos preocupa es el coste de estos servicios, podemos hacer una búsqueda exhaustiva y comparar precios hasta conseguir realizar una mudanza barata, o al menos lo más asequible posible.
Sin embargo, si eres de los que prefieres hacerlo tú mismo, pese al estrés y al esfuerzo que supone una mudanza, es importante que tengas en cuenta una serie de recomendaciones para hacer la mudanza mucho más cómoda.
Pasos para realizar una mudanza correctamente
La planificación y la preparación deben ser tus principales armas para enfrentarte a un cambio de piso o casa, así como la organización, ya que es muy probable que pese a que todo esté medido al milímetro, algo falle. Los imprevistos siempre pueden ocurrir, ¿no?
● Asegúrate de que cuentas con los recursos que necesitas: desde cajas, hasta papeles y plásticos protectores, pasando por cinta de embalar. No esperes al momento de tener que guardar tus cosas para buscarlos. Almacena en una habitación o algunos rincones estos elementos porque serán imprescindibles.
● Tampoco esperes al último momento para reservar una furgoneta o camioneta si vas a necesitar un medio de transporte para trasladar tus cosas de un lado a otro. Puede que el día que la necesites ya esté reservada y esto provoque que tengas que adelantar o retrasar tu mudanza.
● Selecciona tus pertenencias: aprovecha y haz limpieza de aquello que no uses, que no sea necesario o que lleves tiempo pensando en renovar. De esta manera podemos aligerar los paquetes en la mudanza y aprendemos a priorizar.
● Guarda con orden y sentido: coloca cosas pesadas en cajas más pequeñas para que puedan ser manejables aunque hagamos más viajes, coloca los objetos delicados bien embalados e indica claramente que son frágiles, empaqueta de menos a más, es decir lo que menos uses en tu rutina diaria primero y por último lo imprescindible en tu día a día, y por supuesto, marca en los muebles que desmontes con las posiciones correctas y guarda los tornillos de cada zona en una bolsita de plástico y pégala en su parte correspondiente.