Cuando no has pisado un gimnasio en tu vida y tu contacto con la actividad física no va más allá de las clases de educación física en el colegio seguro que los primeros días de deporte en el gimnasio son duros. Ir y apuntarse es un primer paso, pero luego tienes que dejar atrás la timidez característica de cuando nos sacan de nuestra zona de confort y nos meten en un hábitat, el gimnasio, que desconocemos. Si estás en esa situación no puedes perderte estos consejos para superar la vergüenza al empezar a ir al gimnasio.

Antes que nada te recomendamos que no cometas ninguno de los errores en el gimnasio que se deben evitar. Es un buen paso para comenzar con buen pie.

Ves a tu aire

Si te detienes a analizar al resto de usuarios del gimnasio verás que cada uno va a su bola. Pronto descubrirás que hay diferentes tipos de gente, desde los que entrenan con cabeza hasta los que ponen kilos por poner, los que van a pasar el rato, los que van a ligar, gente que como tú hasta ahora nunca había pisado un gimnasio... No hay un grupo homogéneo, cada uno cumple con sus rutinas y sus planes de entrenamiento, así que haz lo mismo. Poco a poco te irás familiarizando con las máquinas del gimnasio, pero también con el resto de usuarios.

En este sentido, es importante ser amable con ellos. Si eres amable con el resto de usuarios ellos también deberían serlo contigo, así que no tengas miedo a compartir máquinas con ellos, acepta los consejos que puedan darte, etc. El hecho de ser nuevo no significa que vayan a rechazarte, estás ante una oportunidad para empezar de 0 en un entorno totalmente nuevo para ti, y si eres capaz de combinar esa independencia en el entrenamiento con la amabilidad con el resto de usuarios podrás superar esas vergüenza de novato.

No tengas miedo a preguntar

Al llegar por primera vez a un sitio, en este caso un gimnasio, nos encontramos con un montón de novedades que no nos son familiares. Una de las claves para sobrevivir es preguntar, así que tendrás que superar si o sí esa timidez. La mayoría de usuarios se darán cuenta de que eres nuevo, y como hemos visto antes si eres amable con ellos no se lo pensarán dos veces a la hora de ayudarte a hacer un ejercicio, a explicarte como funciona una máquina o a corregirte si haces algún ejercicio técnicamente mal.

Recuerda que tienes a tu disposición monitores o instructores que están en el gimnasio para ayudarte en todo lo que necesites, desde diseñarte un plan de entrenamiento que se ajuste a tus objetivos hasta corregirte mientras haces los ejercicios, aconsejarte sobre nutrición o hidratación al entrenar, etc. No pierdas la ocasión de aprovechar los conocimientos del monitor, que te ayudará a integrarte en tus primeros días en el gimnasio.

La discreción por encima de todo

Cierto que eres la novedad, el último en llegar al gimnasio, y eso puede despertar interés entre el resto de usuarios, pero como hemos visto antes por norma general irán a su aire, sin fijarse en lo que haces o dejas de hacer. Aún así, la discreción es un plus especialmente en los primeros días por lo que utilizaremos la ropa adecuada pero sin estridencias. Unas zapatillas de deporte, mallas o pantalón corto y camiseta deportiva de manga corta es más que suficiente. Es necesario conocer todas las cosas que debes incluir en tu mochila del gimnasio, si no quieres tener que pedir algo en tus primeros días.

Evita las prendas de colores llamativos -aunque las marcas de ropa deportiva apuesten cada vez más por ellos-, o la ropa técnica de nivel. No harás más que concentrar las miradas de todos los usuarios del gimnasio, que se verán sorprendidos por tu atuendo. Lo tampoco deberías hacer nunca es ir al gimnasio con ropa no adecuada para ello, como vaqueros o calzado no deportivo, ya que acabarás llamando la atención de usuarios y monitores, que probablemente acaben echándote por ello.

Descubre cómo elegir la ropa de deporte para practicar ejercicio de la mejor forma posible.