De madera, de PVC o plástico, de tela, verticales, horizontales...Las persianas suelen ser uno de los elementos de la casa que suele causarnos mayores quebraderos de cabeza a la hora de limpiarlas. Por eso, si no quieres perder tiempo y paciencia a la hora de limpiar tus pestañas estos trucos que te mostramos a continuación serán tus mejores aliados en la limpieza del hogar. ¡Sigue leyendo!
¿Cómo se deben limpiar las persianas?
Una de las tareas más aburridas y difíciles que nos podemos encontrar en casa es la de limpiar a fondo todas y cada una de las persianas de la vivienda. Sin embargo, cuando llega el verano y que las lluvias, el frío y la nieve del invierno han desaparecido, es un buen momento para hacer una buena limpieza a todas las persianas de casa. Estos son los consejos y trucos de limpieza que debes tener en cuenta para que tus persianas luzcan limpias y relucientes:
1. Ten en cuenta el material de la persiana
A la hora de escoger los productos con los que vas a limpiar la persiana, una de las principales cuestiones que debes tener en cuenta son los materiales en los que está fabricada la persiana, pues podrías estropearla sin darte cuenta. En este sentido, si tus persianas son, por ejemplo, de madera, lo mejor es que emplees un producto específico para limpiar superficies de madera o también alguno que sea especial para la limpieza del parqué o similares. Además, es conveniente que no utilices una gran cantidad de agua para limpiar este tipo de persianas de madera, ya que éstas, si se humedecen mucho, pueden hincharse y estropearse. Basta con utilizar un trapo humedecido para dejarlas como nuevas.
Si tus persianas son de PVC o de plástico tan sólo tendrás que emplear un poco de jabón o detergente de limpieza mezclado con agua. Si las manchas son muy resistentes al agua, no dudes en utilizar un desengrasante. Para las persianas de metal, tan sólo necesitarás un trapo seco o un plumero para retirar bien el polvo. Después, basta con pasarle un trapo humedecido en alcohol para quitar toda la suciedad.
2. Cómo limpiarlas por la parte exterior
Si comienzas a limpiar la parte exterior de la ventana, descubrirás enseguida que esta es la parte más sucia porque es la que está expuesta a la intemperie. Para retirar todo el polvo, los insectos, el polen, las gotas de lluvia...etc, y no poner en riesgo tu vida, lo primero que has de hacer es localizar el tambor de la persiana (la caja atornillada por donde se enrolla la persiana) y desatornillarlo. Una vez abierto el tambor, debes limpiar esta parte por dentro y después, ir limpiando listón por listón para dejar como nueva la persiana, sin olvidarte, por supuesto, de las ranuras.
3. Cómo limpiarlas por la parte interior
Cuando hayas limpiado el exterior de la persiana, comenzarás entonces a limpiar la parte interior de la ventana y te darás cuenta de que esta zona está mucho más limpia. El primer paso debe ser bajar la persiana del todo, y pasar la aspiradora para quitar el polvo. Después, sube la persiana un poco y realiza el mismo proceso para eliminar el polvo de todas las rendijas. Finalmente, bastará con ir limpiando listón por listón con el producto adecuado y un paño o esponja suave. Te recomendamos que cuando limpies las persianas lo hagas siempre desde la parte superior a la parte inferior, para evitar así los chorretones de agua o del producto de limpieza que hayas empleado. Asimismo, si aspiras las persianas a menudo con el accesorio del cepillo conseguirás que tus persianas no acumulen una gran cantidad de suciedad, y te será mucho más fácil y rápido limpiarlas cuando llegue el verano.