Los limpiaparabrisas de tu coche deben estar en perfecto estado si quieres que cuando tengas que recurrir a ellos para conseguir una correcta visibilidad al volante funcionen bien. Cuando veas que las gomas están gastadas tendrás que cambiar las escobillas, pero mientras las deberías limpiar cada cierto tiempo. Si no sabes cómo hacerlo, con nuestros trucos de limpieza podrás encontrar una serie de consejos para limpiar las escobillas del limpiaparabrisas del coche y algún truco para que duren más.
Cómo limpiar las escobillas del limpiaparabrisas del coche
Lo primero que debes haces es asegurarte de que las escobillas funcionan bien. Si no es así, tendrás que cambiarlas, y no limpiarlas. Para ello mojaremos el parabrisas del coche con agua y pasaremos el limpiaparabrisas. Si la limpieza es perfecta, buena señal; si no, elimina con un paño de tela húmeda los restos que queden en el parabrisas -ramas, polvo, insectos, hojas- y comprueba las partes móviles de los limpiaparabrisas. En ocasiones pierden algo de movilidad, lo que impide su buen funcionamiento.
Para limpiar las escobillas en sí, utilizaremos una bayeta. En primer lugar, retiraremos la suciedad más gruesa que pueda haber incrustada entre las escobillas del limpiaparabrisas, como hojas de los árboles, ramitas, papel, etc. que siempre se quedan en las escobillas. A continuación, impregnamos una bayeta con alcohol y limpiamos bien las escobillas, de forma que se elimine cualquier rastro de suciedad que pueda quedar. De esta forma tan sencilla habrás limpiado las escobillas del limpiaparabrisas, y podrás utilizarlos sin problemas los días de lluvia.
Finalmente, puedes lubricar las partes móviles del limpiaparabrisas para que funcionen mejor. Lo que sobre retíralo para que no gotee sobre el cristal. También podemos completar la limpieza de las escobillas lubricando con silicona o materiales similares la goma de los limpiaparabrisas, de forma que su vida útil se alargue. Hay incluso protectores que evitan que estas partes estén a merced de los caprichos meteorológicos. Evidentemente, estos consejos para limpiar el limpiaparabrisas los puedes aplicar en las escobillas delanteras y en la trasera, muchas veces olvidada.
Tips de mantenimiento para las escobillas del limpiaparabrisas del coche
Pero no basta con saber limpiar las escobillas, sino que en el día a día intentaremos cuidarlas al máximo para que cumplan bien su función. Así, las limpiaremos con regularidad para evitar que se acumule suciedad que pueda dañar la luna delantera del coche o el propio limpiaparabrisas. Una de las cuestiones más importantes es cambiarlos cuando toque. Hay conductores que no las cambian nunca para ahorrarse el cambio, y aunque podemos estirar su vida un poco más allá de los dos años si las tratamos bien habrá que renovarlas si no cumplen con su papel.
Tampoco puedes utilizar los limpiaparabrisas en seco. Antes de utilizarlos moja el cristal, ya sea a mano o a través de los eyectores de líquido. En este sentido es muy importante revisar de vez en cuando que los eyectores no estén taponados -se pueden limpiar con un alfiler- para que puedan mojar bien la luna delantera y evitar que el limpiaparabrisas los dañe. Sobra decir también que estaremos atentos a los niveles del líquido, ya que llega un punto que se agota.
Por último, recuerda hacer un uso eficiente de los limpiaparabrisas. Recuerda que sirven para limpiar el cristal de agua, pero no para el hielo o la nieve. Un error muy común en invierno es ponerse al volante y nada más encender el motor activar el limpiaparabrisas para retirar la nieve y el hielo. Sin embargo, al estar adheridos al cristal se estropean el parabrisias y las escobillas. Además, el agua se puede volver a congelar. Eso es trabajo de una rasqueta, alcohol o anticongelante, no de los limpiaparabrisas.
Si has probado a limpiar las escobillas de las limpiaparabrisas y el problema persiste probablemente sea el momento de cambiarlas. Conoce cómo cambiar las escobillas del limpiaparabrisas de forma sencilla y pon fin a los problemas de tu coche.