Quitar manchas de la ropa nunca es agradable, pero hay materiales que cuestan más de quitar que otros. Las manchas de sangre figuran entre las más complicadas de quitar y cualquier herida o corte, por muy pequeño que sea, puede hacer que una de tus prendas favoritas acaben con esa temida mancha de color rojo. La clave está en actuar con rapidez, pero incluso cuando se trate de manchas de sangre seca serás capaz que quitarlas gracias a los trucos de limpieza que vamos a descubrir para quitar manchas de sangre de la ropa.
¿Cómo quitar las manchas de sangre?
Sigue estos consejos para hacer que desaparezcan las manchas de sangre de tu ropa fácilmente. Aunque pueda parecer que es igual que quitar las manchas de tinte, debemos tener en cuenta que tienen particularidades distintas.
Agua fría
El agua fría nos ayuda a disolver la sangre rápidamente, así que lo primero que haremos al detectar una mancha de sangre en la ropa será poner la prenda a remojo con agua fría. Puedes utilizar algún barreño que tengas en casa, y la dejaremos reposar unas horas. Al cabo de un rato puedes frotar con las manos la parte sucia para eliminar restos de sangre. Es muy importante que sea agua fría, ya que el agua caliente refuerza la unión entre la mancha y el tejido, dificultando mucho su limpieza.
Jabón líquido
Cuando pongas la prenda en remojo no utilizaremos ningún tipo de productos de limpieza, solo el agua. En cambio, si ves que la mancha está seca y no se va puedes poner una cucharada de jabón líquido sobre la mancha y dejar que el detergente actúe unos 15 o 20 minutos. Cuando transcurra ese tiempo frota bien la mancha con un cepillo de cerdas suaves siempre en movimientos circulares, y aclara de nuevo la prenda con agua fría antes de ponerla en la lavadora. Podrás lavarla como haces siempre.
Agua oxigenada
Puede que con las manchas más difíciles estos trucos no nos sirvan, así que tendremos que pasar a otros remedios. Uno de los más interesantes es el agua oxigenada, un producto muy interesante para la ropa clara. Dejamos unas 2 horas la prenda a remojo en un barreño de agua fría, y pasados los 120 minutos añadimos unas gotas de agua oxigenada sobre la mancha. Hay que dejarlo actuar unos minutos para que aparezcan las burbujitas que nos indican que la sangre está desintegrándose del tejido.
Amoniaco
El amoniaco también puede ser un buen aliado a la hora de hacer frente a las manchas de sangre, pero lo utilizaremos con cierta precaución ya que nunca lo aplicaremos en prendas de lana, lino o seda, que podrían dañarse. Para el resto, por ejemplo las prendas de algodón, prepararemos una solución con una cucharada de amoniaco y medio vaso de agua fría. Hay que verter la mezcla en las manchas más resistentes y, cuando hayan desaparecido, las enjuagaremos con agua fría antes de meterlas en la lavadora. Además, existen muchos otros usos del amoniaco en limpieza que lo convierten en un superproducto.
Agua con sal o hielo
Para esas telas más delicadas utilizaremos agua con sal, o el propio remedio que hemos visto antes de dejar la prenda a remojo durante horas en un barreño con agua fría. Otra opción es utilizar un poco de hielo a modo de goma de borrar sobre la mancha, ya que el agua helada hará que la mancha se separe de los tejidos. Si no acabas de verlo claro y no quieres jugártela con una prenda muy delicada, este es uno de esos momentos en que deberíamos ir a la tintorería.
Limpiadores comerciales
Un último remedio para las manchas de sangre es recurrir a los limpiadores enzimáticos, nombre técnico de los limpiadores comerciales que nos ayudan a limpiar de forma rápida y completa las manchas de la ropa. El secreto de estos productos son las enzimas naturales, que ablandan las sustancias sólidas y eliminan manchas y residuos, pero que presentan el mismo problema que el amoníaco: no podemos utilizarlos en las prendas más delicadas.
Ahora que ya sabes cómo eliminar las manchas de sangre, te recomendamos que conozcas cómo quitar las manchas de sudor o desodorante que se forman en nuestras camisas y camisetas.