El exceso de grasa suele aportar a la piel un brillo muy poco estético y además, contribuye a la aparición de granos y otras muchas imperfecciones. Por ello, en este artículo de belleza podrás encontrar 4 consejos para acabar con la piel grasa de forma sencilla.

¿Cómo puedes mantener tu piel sin grasa?

Si estás harto de sufrir brillos en el rostro durante todo el día, lo primero que debes hacer es combatir el exceso de grasa que se genera en tu piel. ¿Sabes cómo hacerlo? Te contamos unos sencillos trucos para conseguirlo:

1. Utiliza los productos adecuados

Una piel con tendencia al sebo y la grasa precisa de unos cuidados muy específicos a través de los productos adecuados. Por ello, debes comprarte siempre todos aquellos cosméticos que estén especialmente formulados para pieles grasas o mixtas, y evitar aquellas cremas, geles o lociones para pieles normales o pieles secas.

Debes lavar tu rostro dos veces al día (al levantarte y al acostarte) siempre con un jabón o limpiador facial suave, y después de lavarlo, debes procurar secarte muy bien el rostro con una toalla muy limpia.

Los tónicos faciales tras el lavado suelen dar excelentes resultados con las pieles grasas, ya que su composición va más encaminada a controlar la producción de grasa en la zona del rostro y del escote. Puedes conocer más sobre cómo cuidar la piel del cuello y del escote para verte bien.

Asimismo, la pieles grasas necesitan de una limpieza profunda al menos, una vez a la semana. Para ello, debes utilizar un jabón exfoliante o una mascarilla libre de aceite, que te ayude a limpiar los poros faciales en profundidad. Las mascarillas de arcilla verde tienen un efecto secante muy eficaz sobre las pieles grasas. Puedes aprender a hacer un exfoliante casero de la forma más sencilla para eliminar tu piel grasa.

2. Cambia tu alimentación

La dieta que ingieres diariamente juega también un papel esencial sobre tu piel. Por ello, si tienes una piel con tendencia grasa, lo mejor es consumir alimentos ricos en ácidos grasos esenciales y Omegas, como el salmón, las nueces o las semillas de lino, porque te ayudarán a controlar la producción de grasa. Los alimentos frescos y naturales, como las frutas y las verduras, también mantendrán equilibrado tu organismo, y eso se notará en tu piel.

Además, debes practicar ejercicio físico de forma regular, pues se ha demostrado que la actividad física proporciona una variedad de beneficios para la piel, sobre todo, la prevención de la acumulación de aceite.

Eso sí, debes asegurarte de ducharte siempre después de hacer ejercicio, porque así eliminarás quitar el sudor y las bacterias. Si dejas que éstas se acumulen, pueden causarte más problemas en la piel.

Las bebidas alcohólicas y el tabaco son enemigos directos para la buena salud de la piel, por lo que debes intentar mantenerlos lejos de tu rutina habitual si quieres lucir una piel suave y perfecta.

3. Duerme bien

Se ha demostrado que las personas que descansan entre siete y nueve horas cada día tienen una piel mucho más vital que las que descansan menos de siete horas. Y es que mientras dormimos, nuestra piel se renueva, mientras que la falta de descanso impide a nuestro organismo mantener una piel saludable. Por ello, es necesario dormir bien para que nuestra piel esté siempre perfecta.

4. Aléjate del estrés

El estrés es mal consejero para casi todo, y como no podía ser de otra forma, también altera la salud y el estado de nuestra piel. Las personas que sufren mucho estrés están más expuestas a tener pieles con tendencia acneica, eczemas y otros muchos problemas que afectan a la piel.

Por ello, si tu rutina habitual es demasiado estresante y exigente debido a las obligaciones laborales y familiares que has contraído, la mejor opción es que practiques yoga o relajación para lidiar con el estrés y también, por supuesto, para conseguir una piel radiante.