Una de las infecciones más molestas es el virus herpes simplex. Un virus que provoca lesiones en la piel, llegando a afectar la boca, la nariz, el rostro e incluso a la zona genital dependiendo del tipo que sea. En el caso del herpes labial se trata de un virus tipo I, VHS. Un virus muy contagioso y que suele aparecer en los labios y alrededor, incluso dentro de la boca, en el paladar y en las encías. Este tipo de virus no pueden curarse, quedando latente en el organismo y siendo posible que se vuelva a padecer con cierta frecuencia.
Los brotes de herpes labial suelen provocar distintos síntomas, pasando por distintas etapas, del hormigueo con picores y malestares, a la aparición de ampollas, úlceras y costras secas. En la última fase las costras se terminan de secar y se produce la cicatrización del herpes. El virus suele contagiarse a través de la piel o las mucosas y tiene como posibles causas el frío, el exceso de exposición al sol, la fiebre o tener un sistema inmunitario débil, siendo habitual que aparezcan en momentos de estrés y cansancio, gripes, resfriados o la menstruación. Si padeces este virus, en este artículo de salud te ofrecemos una serie de consejos efectivos para curar el herpes labial.
Cómo tratar el herpes labial de forma efectiva
Como ya hemos señalado, el herpes labial no tiene una cura definitiva al quedar solamente inactivo y poder reactivarse de forma periódica ante determinados factores. Sin embargo, si que podemos recurrir a una serie de tratamientos efectivos que pueden ayudarnos a reducir los síntomas y que las molestias sean menores.
1. Constatar que es un herpes labial
El primer paso a seguir es diagnosticar si realmente es un herpes o puede tratarse de otra afección dermatológica. Para ello, debemos acudir al médico de cabecera o al especialista para que valore las lesiones que hayan aparecido en nuestra boca y certifique que realmente estamos padeciendo un herpes labial. Sea como fuere, si tenemos una serie de ampollas en forma de racimos, la piel enrojecida y una fuerte y molesta sensación de hormigueo o quemazón, entonces probablemente estemos ante este tipo de herpes. Acudir cuánto antes al médico es la mejor opción para tratarlo y conseguir una pronta cicatrización.
2. Aplicar la medicación adecuada
Al encontrarnos ante el brote de virus debemos tener en cuenta que éste seguirá su curso normal de desarrollo, desapareciendo al cabo de unos 7 o 14 días. Para aliviar las molestias y acelerar el proceso de cicatrización se suele recurrir a antivirales, además de aplicar paños con hielo para bajar la hinchazón de la zona afectada. Las cremas antibióticas serán una de las mejores opciones para curar las lesiones, eso sí, sin aplicarlas en exceso ya que si aumentamos la humedad de la zona, también retrasaremos la curación.
3. No tocar ni reventar las ampollas
Es fundamental no rascarse la zona y lavarse siempre las manos si nos hemos tocado la zona con herpes. Tampoco es aconsejable intentar reventar las ampollas ni mojar la zona en exceso. Todas estas acciones solo supondrán que el herpes se extienda y tarde más en cicatrizarse.
4. Acudir a remedios naturales y cosméticos solo como forma de alivio
Los remedios y cosméticos naturales pueden servirte como forma de alivio de las molestias y cicatrización de las lesiones, pero no para curar el virus. Así, aplicar áloe vera sobre las lesiones supone un gran alivio y favorecerá una pronta cicatrización. Algo a lo que también pueden contribuir preparados con vitamina E, rosa mosqueta o remedios caseros como aplicar bolsas de té, cera de abeja o aceite del árbol del té, por ejemplo.
5. Procurar evitar el contagio
Para ello es importante tener mucho cuidado con las toallas y cualquier otro objeto que haya entrado en contacto con el herpes al objeto de evitar contagiarlo a otras personas o a nosotros mismos. También es aconsejable recurrir a los apósitos con hidrocoloide ya que son muy efectivos a la hora de cicatrizar y disminuir el riesgo de contagios y sobreinfecciones.
Si quieres saber más sobre salud, descubre cómo curar una cicatriz de la forma más sencilla para que no se quede marca.