Aunque sea un lugar de refugio, de descanso y de paz, la casa puede ser también un importante foco de bacterias aunque muchas veces no lo sepamos. Para ello, es importante saber cuáles son los objetos que tenemos en casa y que acumulan bacterias y suciedad. De esta forma podremos evitar imprevistos y mantener nuestra casa limpia y cuidada. La limpieza en el hogar es uno de los factores más importantes para nuestro bienestar.
¿Qué objetos acumulan más bacterias?
Cuesta creerlo, pero en pleno siglo XXI todavía estamos rodeados de objetos que acumulan una gran cantidad de bacterias y que son potencialmente peligrosos para la salud. Pero, sin duda, te sorprenderá saber que muchos de estos objetos están dentro de tu hogar y que precisan de una limpieza a fondo de forma periódica.
1. Esponjas
Tanto las esponjas de ducha, como las que se utilizan para fregar los platos, son un importante foco de bacterias y suciedad en nuestra casa si no se cambian de forma periódica. Las esponjas son especialmente susceptibles a la aparición de bacterias porque en ellas se acumula gran cantidad de suciedad y de humedad, es decir, el caldo de cultivo perfecto para estos bichitos microscópicos.
Por ello, los expertos recomiendan cambiar todas las esponjas de fregar cada semana, o en su defecto, lavar todas las esponjas en una mezcla de lejía con agua (10% y 90% respectivamente) y usarlas solo para la cocina o emplearlas para limpiar el baño. En el caso de las esponjas de baño, éstas pueden durar algo más, pero es importante cambiarlas periódicamente porque también acumulan una gran cantidad de humedad en la que las bacterias pueden desarrollarse.
2. Sábanas
Lo tradicional que casi todos hemos aprendido desde la infancia, es que las sábanas de las camas se deben cambiar una vez a la semana. Y los expertos coinciden al cien por cien en esta recomendación. No solo las sábanas, sino que lavar tus toallas también podría evitar la proliferación de bacterias. Y es que, sólo lavando las sábanas una vez por semana, conseguiremos acabar con las células de piel muerta, los restos de crema y en general, la suciedad que nos llevamos a la cama cada noche, y que genera un cúmulo importante de bacterias en la cama.
3. Inodoro
Aunque es uno de los espacios de la casa que cuenta con peor reputación respecto a la suciedad y las bacterias que se acumulan en él, hay que reconocer que si se limpia a diario se puede evitar. De hecho, con limpiar el inodoro una vez cada dos días es más que suficiente, aunque lo que sí debemos procurar es cerrar bien la tapa cada vez que tiramos de la cadena, para evitar la proliferación de bacterias que puedan saltar al aire.
4. Cortinas de ducha
Al igual que ocurre con las esponjas, las cortinas de la ducha son también objetos que están en contacto permanente con la humedad, y que pueden dar lugar a la proliferación de bacterias. Por ello, lo recomendable es lavarlas cada semana o cada dos semanas, dependiendo del uso que se les dé. Asimismo, se aconseja añadir una taza de bicarbonato a la lavadora para asegurar una limpieza perfecta.
5. Picaportes de las puertas
Entrar y salir de las habitaciones de la casa varias veces al día es una realidad común en todos los hogares y, al hacerlo, los picaportes son la primera parte con la que contactamos con las manos. Por ello, una recomendación saludables es limpiar los picaportes cada semana, ya que éstos son un foco de propagación de bacterias muy importante, al ser aquí donde se acumula la suciedad que cada persona porta en las manos.