Una de las experiencias que nos tocará vivir si nos vamos a estudiar o trabajar lejos de nuestra casa será compartir piso. Una de las mejores opciones para acceder a una vivienda sin gastar en exceso y no estar solos ni tener que hacer frente al gran número de trabajos de cuidado y mantenimiento que tiene un piso. Todo parecen ventajas, pero hay que tener presente que el paso del vivir en la casa familiar a un piso compartido puede ser complicado si no establecemos una serie de normas de convivencia que hagan más sencillo el día a día.

Hay que partir de la base de que en esta nueva andadura todos tenemos una serie de derechos y obligaciones y que el respeto del espacio y la intimidad del otro son básicos. Si te vas a ir de casa y deseas compartir piso, en este artículo de hogar te mostramos cómo debes organizarte con tus compañeros de piso. ¡Toma nota!

¿Cómo organizarte con tus compañeros de piso?

Las normas y obligaciones que hay que tener presentes a la hora de compartir un piso responden al sentido común y al respeto que debemos tener por el otro. Así, algunos de los temas que suelen ser motivo de roce y crispación entre los compañeros de piso son la limpieza, el orden, las tareas domésticas y el respeto a los tiempos de descanso de cada uno. Para evitar conflictos lo más adecuado es organizarse:

1. Haciendo un planning distribuyendo las tareas domésticas entre todos

Si bien cada uno debe hacerse cargo de su habitación y aquellos espacios que tengan uso particular, los espacios comunes han de limpiarse entre todos los compañeros. Para ello es buena idea hacer una tabla con el reparto de tareas y los días y horas que corresponden a cada uno. También deberá establecerse qué tareas habrá que hacer de forma conjunta como las compras, la limpieza de cristales, persianas, cortinas y limpiezas generales que requieran de un esfuerzo común. Es recomendable tener claras las cosas que son necesarias en un piso de estudiantes para que no falte de nada.

Además, y es un gesto de educación muy grato, es importante que cada uno limpie al momento todo aquello que deje manchado o desordenado, por ejemplo manchar un vaso o dejar colillas en un cenicero. Tened siempre en cuenta que no es más limpio el que limpia mucho sino el que apenas mancha.

2. Estableciendo cuál es el espacio privado de cada uno

Lo más normal es que cada uno tengáis vuestra propia habitación y cada una debe ser un espacio a respetar, llamando siempre antes de entrar y no cogiendo nada sin permiso, además de respetar los tiempos de descanso y sueño de cada uno sin poner la música o la televisión alta. En las habitaciones comunes como la cocina, el salón o el baño también puede dividirse armarios y baldas para que cada uno coloque sus cosas personales. El uso de los electrodomésticos también debe repartirse haciendo turnos de uso. Es importante no coger comida o artículos de higiene y belleza de los demás sin pedir primero permiso a su dueño.

3. Fijando una serie de normas de convivencia

La tolerancia y el respeto son dos de los valores que han de primar a la hora de compartir un piso y sobre ellos hemos de establecer una serie de normas que garanticen que todos nos encontremos cómodos y la convivencia sea agradable. Las normas han de ser sencillas y tratar de ordenar todos los aspectos de la vida en común, especialmente el pago y las formas de pago, los horarios de descanso y sueño, los de comidas, limpieza y cuánto tiempo pueden quedarse las visitas y si se pueden o no celebrar fiestas y comidas con invitados en casa.

Si sigues estas normas seguramente conseguiréis un buen nivel de convivencia y que compartir piso sea una excelente experiencia para todos. En caso de ser la primera vez que compartes piso, te recomendamos que conozcas las normas básicas para compartir piso para no tener conflictos con las demás personas.