Usos del aceite de ricino para la barba

Cómo usar el aceite de ricino para la barba



Para conseguir lucir una barba hidratada, fuerte y brillante es importante usar algunos aceites vegetales que consiguen cuidar el vello facial en perfectas condiciones. Entre todos ellos, destacamos el aceite de ricino ya que cuenta con propiedades perfectas para fortalecer el vello y hacer que esté fuerte y sano.Y hoy precisamente vamos a descubrir qué usos podemos darle al aceite de ricino para cuidar la barba y conseguir que tenga una apariencia mucho más limpia y atractiva. Apúntate a estos trucos de belleza y haz que tu barba se muestre ¡impecable!

Beneficios del aceite de ricino para la barba

Antes de descubrir la mejor forma de usar el aceite de ricino para la barba es importante que entiendas los motivos por los que este aceite natural resulta idóneo para el cuidado de tu barba. Lo cierto es que el aceite de ricino es un ingrediente que aporta muchos beneficios al vello de la barba entre los que destacan los siguientes:

  • Fortalece la barba: es un aceite muy nutritivo que consigue aportar vitaminas y minerales de gran valor al vello de la barba. Por tanto, el resultado será un pelo más fuerte y frondoso
  • Regenera el vello: debido a sus propiedades nutritivas, este aceite resulta ideal para regenerar el vello y devolverle la fortaleza y la densidad que necesita para estar en perfectas condiciones. Además si tu barba te pica mucho y no sabes qué hacer, con el aceite de ricino, la mantendrás hidratada.
  • Ayuda a que crezca más rápido: el aceite de ricino también contribuye a que la barba crezca de forma más rápida y, por tanto, que esta se vea más poblada y sin calvicies
  • Reduce la sequedad: este aceite aporta vitamina E, un nutriente perfecto para darle más hidratación y nutrición al vello corporal. Con ello se consigue reducir la sequedad y, por tanto, evitar que se quiebre y se rompa más fácilmente

Las mejores formas de usar el aceite de ricino para la barba

Entremos ya en materia y hablemos de la mejor forma de usar el aceite de ricino para la barba. Tienes que saber que este remedio natural te ayudará a cuidar mejor la barba y que permanezca en mejores condiciones higiénicas. Con el aceite de ricino podrás solventar cualquier calvicie en la barba que puedas tener y lucir una apariencia mucho más atractiva. Así es cómo debes aplicar aceite de ricino en la barba paso a paso para que el resultado sea el mejor posible.

  1. Mézclalo con un tipo de aceite esencial, por ejemplo de jojoba, ya que el de ricino es muy viscoso y puede ser un tanto pringoso. Mezcla la misma cantidad de ambos aceites para que el producto sea más fácil de aplicar.
  2. Deberás aplicar unas gotas de esta mezcla en el cepillo que uses habitualmente para tu barba. Después, peina el vello procurando que el aceite impregne bien todas las zonas de la barba.
  3. Si ves que el cepillo está seco, vuelve a echar más gotas de este aceite para conseguir que todo el vello esté bien hidratado. Sobre todo este proceso deberás hacerlo en las barbas más frondosas y con más vello.

Consejos para aplicar el aceite de ricino en la barba

Y ahora te recomendamos estos consejos para aplicar correctamente el aceite de ricino sobre la barba , para que sepas cuándo y cómo debes hacerlo:

  • Por la noche: lo apliques cada noche antes de acostarte. El motivo es que, durante las horas de descanso, nuestras células se regeneran y, por tanto, asimilan mejor los nutrientes que le apliques de forma tópica. Por ello, tres noches a la semana deberás aplicar este aceite sobre tu vello y dejar que actúe durante todas las noches de sueño.
  • Enjuaga con agua tibia o fría: a la mañana siguiente, cuando te despiertes, deberás enjuagar el vello de tu barba con agua (nunca caliente), de esta forma, eliminarás el exceso de aceite de ricino que haya podido quedar en el pelo. 
  • Deja 1 día de descanso: si quieres usar el aceite de ricino para la barba  tienes que saber que lo más recomendado es que lo uses 3 días a la semana y que nunca lo hagas en dos días seguidos. El motivo es que, entre aplicación y aplicación, deben transcurrir 24 horas para que la piel respire y los poros no se obstruyan.
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