Muchas de las intoxicaciones alimentarias que podemos padecer tienen su origen en el consumo de carne que ha excedido su fecha de caducidad. Para sentirte seguro y evitar ponerte enfermo a través de este alimento, permanece atento a estos trucos de cocina que te ofrecemos que te ayudarán a saber si la carne está en mal estado. Gracias a estos consejos, podrás saber si la carne de tercera, de cordero o la carne picada es apta para el consumo, o bien, si es conveniente que te deshagas de ella.
3 formas de identificar si la carne está en mal estado
¿A quién no le gusta saborear un exquisito filete de ternera a la plancha elaborado en casa o un bocadillo de tierno lomo de cerdo? La carne es uno de los alimentos que, en general cuenta con mayor aceptación entre los consumidores. Sin embargo, la carne puede estar contagiada de diversos tipos de bacterias que los ácidos del estómago no son capaces de combatir y que nos provocan intoxicaciones y enfermedades.
Para conocer bien el estado de la carne que tomamos es importante que, antes de añadirla al carrito de la compra, sigamos siempre unas sencillas pautas para conocer si el alimento está fresco o, si por el contrario, ha excedido su fecha de caducidad y está en mal estado.
1. Fíjate en su aspecto general
Uno de los mejores indicativos para saber si una carne es apta para el consumo es fijarse en su color y aspecto general. Pero ojo, porque es muy común asociar la frescura de la carne con un color rojo brillante y, sin embargo, esto no siempre se cumple.
En este sentido, es conveniente saber que el color de la carne está determinado por la presencia de un pigmento específico llamado mioglobina. En este sentido, el color rojo intenso de un trozo de carne se asocia a que los músculos de animal todavía respiran, y por ello se suele asociar el color rojo de la carne a un alimento muy fresco.
Una vez que la carne entra en contacto con el exterior, el oxígeno que hay en el ambiente va degradando poco a poco su color, y en general, la pieza de carne va perdiendo frescura a medida que avanza el tiempo.
Por este motivo, la carne que por ejemplo está envasada al vacío, tiene siempre un color marrón característico, que nada tiene que ver con el color rojizo de algunas piezas de carne. Este color marrón de la carne envasada se debe a que, precisamente al envasarla al vacío, la carne no dispone de oxígeno y adquiere este color marrón tan característico, aunque ello no significa que la carne esté en mal estado.
2. Infórmate sobre su procedencia
La edad del animal del que procede la carne también influye en el color de la misma. Por ello, si la pieza de carne que estamos analizando tiene un color oscuro, ésta procederá muy probablemente de un animal mayor.
Lo mismo ocurre también con la grasa que llevan adherida algunos trozos de carne, la que procede de un animal joven es una grasa blanca brillante, y la que procede de un animal más viejo, tiene un color amarillento muy característico.
3. Guíate por su olor y su textura
Otro de los trucos infalibles para saber si una carne está en mal estado, es poner en funcionamiento nuestro sentido del olfato. En este sentido, cualquier pieza de carne que nos resulte desagradable al olfato es, con una alta probabilidad, una carne que está en mal estado.
Asimismo, si has hecho la lista de la compra o te encuentras en el supermercado o en la nevera de casa una pieza de carne con textura viscosa o rugosa, puedes intuir que las bacterias ya han empezado a hacer acto de presencia en este alimento.
Cuando vayas a tocarla, puedes también averiguar si la carne es fresca o está en mal estado, ya que la carne más fresca es más seca y no se te quedará pegada a los dedos como, sin embargo, sí que sucederá con una pieza de carne en mal estado.