Llevar a cabo la limpieza de una cocina de gas es una tarea que puede parecer doble. Por una lado se limpian los quemadores, y por otro también se limpian las rejillas. La limpieza de este tipo de cocinas es también un tema de seguridad, ya que puede ser que los líquidos o alimentos derramados a la hora de cocinar se introduzcan en los orificios de los fuegos dificultando la combustión del gas.
Aunque limpiar este tipo de cocinas es mucho más laborioso que llevar a cabo la limpieza de una vitrocerámica, lo cierto es que se necesitan menos productos e incluso, dependiendo del tipo de cocina que tengas, es posible que puedas lavar tus quemadores en el lavavajillas.
¿Qué productos se necesitan para limpiar una cocina de gas?
A diferencia de otro tipo de cocinas, para limpiar tanto los fuegos como las rejillas de una cocina de gas se necesitan pocos productos y muy básicos. Toma nota:
- Jabón (puede servirte el jabón de fregar o cualquier otro tipo de detergente especial para cocinas de gas)
- Trapo
- Estropajo
- Guantes
- Desengrasante (puede ser en spray)
- Limpiador de horno (si es necesario)
Cómo limpiar los fogones de una cocina de gas
A continuación tienes todos los pasos para limpiar los quemadores de una cocina de gas. Antes de empezar, como siempre, ponte los guantes para proteger tus manos.
- Retira la rejilla y los quemadores de la cocina y ponlos a remojo en la pila de tu cocina. El agua deberá estar caliente. Echa un chorro de jabón y algo de desengrasante. Déjalos media hora o más.
- Mientras los quemadores y las rejillas están remojo, con una esponja y jabón frota la suciedad acumulada en la placa y los orificios de salida del gas, retirando cualquier resto de alimentos que se haya podido quedar ahí obstruyendo la salida e impidiendo una correcta combustión.
- Para desincrustar la suciedad de los fuegos y la rejilla coge un estropajo y frota fuerte. Enjuaga con agua caliente hasta retirar todos los restos de jabón.
- Si la suciedad está muy incrustada, puedes usar limpiador de horno en vez de detergente.
Cuando los quemadores y la rejilla estén secos, vuelve a colocarlos en su sitio. Si realizas esta tarea de forma periódica la limpieza de tu cocina será muy sencilla y apenas tardarás nada de tiempo y con muy poco esfuerzo.