Las frutas deshidratadas se han convertido en un excelente ingrediente para muchas recetas de platos salados y postres. Descubre en este artículo cómo deshidratar la fruta en el microondas sin que pierda sus propiedades y disfrutarás de esta delicia cada vez que el hambre llegue a tu estómago antes de cada comida.
Cómo deshidratar la fruta en el microondas
Uvas, ciruelas, dátiles, plátano, albaricoques...Son muchas las frutas que se pueden deshidratar en el microondas para convertirlas en un rico ingrediente para recetas de cocina ya sean saladas o dulces postres. Las frutas deshidratadas son el resultado de someter la fruta fresca a un proceso intenso de deshidratación, ya sea al aire libre, o con técnicas más artificiales como el calor del horno o el del microondas. Durante el proceso de deshidratación, las frutas pierden hasta un 80% de su agua y en el resto se concentra gran parte de sus nutrientes y su fibra. Sin embargo, lo que las hace conservarse tan bien es su alto contenido en azúcar, sin necesidad de emplear conservantes artificiales. Estos son algunos consejos para deshidratar la fruta en el microondas, ¡toma nota!
- En primer lugar, para comenzar el proceso de deshidratación de la fruta en el microondas necesitas tan sólo lavar las piezas que te interese deshidratar, y después, pelarlas y cortarlas en pequeñas rodajas. Si son cítricos las frutas que vas a desecar, te conviene aprovechar correctamente la piel de la fruta para que no se resequen demasiado durante el secado.
- Una vez que tengas seleccionadas, lavadas, peladas y cortadas las frutas que deseas deshidratar puedes, o bien ponerlas directamente sobre el plato del microondas, asegurándote de que estas superficie está bien limpia. O también puedes escoger cualquier otro recipiente apto para utilizar dentro del microondas.
- Ahora, debes colocar los trozos de fruta directamente sobre la superficie del plato o del recipiente que hayas escogido previamente, asegurándote de que quede espacio suficiente entre cada una de las piezas.
- Para conseguir que las piezas de fruta queden secas en el microondas y con una textura similar a la de un snack, debes dejarlas en el microondas un tiempo aproximado de 30 minutos. Sin embargo, dependiendo de la potencia de tu microondas, éstas podrán permanecer dentro hasta 45 minutos como máximo para que se estén listas.
Pero para evitar que las piezas de fruta se quemen en el microondas, la forma adecuada de hacerlo es poniendo el microondas en modo 'defrost' o descongelación. Y con estos sencillos pasos, tendrás lista tu fruta deshidratada para emplearla en muchas de las recetas que prepares.
Recetas con fruta deshidratada en el microondas
¿No se te ocurre en qué recetas puedes utilizar tu fruta deshidratada? Pues, por ejemplo, en los entrantes de muchos menús puedes emplear frutas deshidratadas, ya que son el contrapunto ideal para algunos ingredientes fuertes como los quesos o las anchoas. Aquí tienes algunas ideas de platos de fruta deshidratada en el microondas que podrás hacer por ti mismo.
- Para elaborar deliciosas ensaladas. Las más utilizadas suelen ser las uvas y ciruelas pasas, y especialmente en ensaladas que llevan queso, ahumados o cualquier otro salazón. También lucen muy bien con algunos vegetales como las endivias o la escarola. Además, cualquier receta de este tipo será perfecta porque de este modo, la fruta no se oxida al guardar la ensalada en la nevera para que se enfríe.
- En los platos calientes, las frutas deshidratadas en el microondas pueden convertirse en la guarnición perfecta por ejemplo, para un plato de espinacas o para cualquier salteado o menestra de verduras. Asimismo, le aportan también mucho sabor a las pizzas vegetales ya que son una buena opción para darles un toque más sabroso.
- En la elaboración de salsas, las frutas desecadas son a veces imprescindibles. Y es que su toque dulce puede resultar perfecto para potenciar el sabor de algunas salsas como la de Pedro Ximénez, o también para las salsas que acompañan a carnes como el solomillo o el magret de pato.
- En el postre, las frutas deshidratadas acompañan muy bien a cualquier helado, o también se pueden combinar con yogur o kéfir para endulzar su sabor.