Cuando el móvil se nos moja por accidente o por una imprudencia nuestra, todo el mundo sabe que ponerlo en arroz es la mejor forma de recuperarlo. Sin embargo, no podemos hacer con lo mismo con el coche si se ha inundado, ya que necesitaríamos kilos y kilos de arroz. Aún así, si tu coche ha sido víctima de una inundación y está anegado no tienes por qué llevarte las manos a la cabeza ni darlo por perdido, podemos recuperar un coche anegado de agua sin que se estropee.
¿Qué hacer si mi coche está anegado?
Las forma en que actúes en los primeros momentos es fundamental para poder secar tu coche y que funcione correctamente. Consulta todo lo que debes saber para actuar como debes.
No arranques el motor
La primera reacción del 99,9% de los conductores sería tratar de arrancar el motor para comprobar si el coche funciona o no. Pero si lo haces corres el riesgo de empeorar las cosas todavía más, ya que a nada que haya agua en la transmisión, en el depósito o en el propio motor al arrancarlo esta se moverá por todo el propulsor y acabará dañando elementos que habían sobrevivido a la inundación. Lo primero que deberías hacer al acceder de nuevo al vehículo es desconectar los bornes de la batería para evitar un cortocircuito. Consulta cómo desconectar la batería del coche con unos sencillos pasos.
Cambio de aceite, filtros, lubricante...
Prácticamente tendrás que cambiar todos los elementos reemplazables del coche para evitar que a corto, medio o largo plazo el agua y el barro causen estragos en la mecánica del coche. Para comprobar si hay agua comprueba las varillas de medición del motor y la transmisión, si al final de la varilla hay gotas de agua tendrás que cambiar el aceite y el filtro. En caso de ser agua turbia, la solución ideal es quitar el cárter de aceite del propulsor del coche y limpiar el barro, culpable de ese agua turbia.
Además del aceite renovaremos el líquido de transmisión y el lubricante para eliminar restos de agua y barro de los depósitos. La cosa no acaba aquí, porque después de recorrer unos 1.500 km. deberías repetir la operación para asegurarte de que no queda rastro de la inundación. Para evitar que aparezca el apestoso moho que tarde o temprano apestará también deberías cambiar el filtro del aire, da igual si es metálico o de papel. La humedad dará paso a un moho que, además de oler muy mal provoca un ruido muy molesto.
La tapicería
Por una parte, desmontaremos los asientos y revestimientos del suelo y las puertas para llegar a todas las esquinas del habitáculo. Un secador te ayudará bastante. Por otra parte, quitaremos toda la suciedad a base de frotar con cepillo y esponja, pero la cosa no acaba aquí. Todavía hay que luchar contra la humedad, así que aspiraremos a fondo toda la tapicería para que no aparezca el moho. Al montarlo, volveremos a secarlo todo bien. Para facilitar las cosas se recomienda alquilar una máquina de limpieza profesional. Descubre cómo quitar el olor a humedad del coche para que huela como nuevo.
Faros, juntas y lunas
Los faros son impermeables, por eso no entra el agua cuando llueve o los lavamos. Sin embargo, en caso de inundación puede que se rompan las juntas así que pierden esa impermeabilidad. Si solo cambias el cristal el problema volverá a aparecer, así que cambiar todo el faro es la única garantía de que volverá a estar como nuevo. En cambio, si hay algún problema en las lunas repararlas te puede salir bastante más barato que sustituirla siempre que el problema se pueda arreglar de forma segura para los ocupantes del vehículo.
Finalmente debes saber que, aunque tu seguro no cubra los desastres naturales como inundaciones o riadas, puedes reclamar al Consorcio de Compensación de Seguros, que está obligado a pagarte una cantidad para la reparación del vehículo o, si no puedes salvarlo, comprarte un coche nuevo.