El mundo del vino cada día está más de moda y cuenta con más aficionados por todo el mundo, sin embargo, ser un aficionado no significa ser un experto, por lo que necesitarás algunos trucos para parecerlo. Si quieres quedar bien cada vez que pidas vino cuando salgas fuera a comer o a cenar, así es cómo debes pedir vino en un restaurante.

Consejos para pedir el vino en un restaurante

Si tienes que sentarte a la mesa con un grupo de familiares o amigos que son entendidos de vino y te toca a ti pedirlos esta vez, es probable que te surjan algunas dudas a la hora de pedir los caldos que tomaréis en esa comida o en esa cena.

Te damos 5 recomendaciones que te sacarán de más de un apuro cuando tengas que pedir vino en un restaurante:

1. Vinos de la tierra si estás de viaje

Si estás de viaje por alguna región de España o por un país del extranjero, deberías aprovechar esta oportunidad para probar los vinos de la tierra que, probablemente, te serán difíciles de encontrar en la zona en la que vives. De esta forma, no te perderás una nueva experiencia en el mundo del vino y enriquecerás tu paladar con nuevos sabores y matices.

2. Saltar el más barato

Si te dan una carta de vinos en el restaurante, es probable que encuentres una gran cantidad de referencias, desde los más caros hasta los más económicos. Una opción para quedar bien siempre que vayas a pedir vino es no decantarte por la referencia más barata, sino que mejor pedir una referencia de precio medio. De esta forma, tus compañeros de mesa percibirán que sabes elegir el vino.

3. Primero los platos y después el vino

El vino es el maridaje para los platos que vamos a tomar en la comida o en la cena. Por ello, si te dan la carta de vinos nada más sentarte en la mesa, deberías tener primero la carta de platos y tener claro qué tipo de alimentos vais a pedir, antes de marchar el vino.

Esto te despejará muchas dudas acerca del vino que debes pedir, pues si vais a comer pescado o marisco, lo más acertado es pedir un blanco. Pero si vais a pedir carne, especialmente carne roja, entonces deberás decantarte por un vino tinto.

4. Revisar las botellas

Cuando el camarero o el maître te traiga la botella a la mesa, lo primero que hará será mostrarte la etiqueta para que des tu aprobado. Revisa si es la botella de vino que has pedido y también procura que se trate de una cosecha relativamente nueva, especialmente si se trata de un vino blanco.

Para los vinos blancos, no deberían presentarte un vino de una cosecha anterior al año 2009, y tampoco debería ser mucho más antigua del año 2008 para los vinos tintos jóvenes.

5. Probar el vino

Cuando el camarero te traiga el vino a la mesa y hayas comprobado que efectivamente, ésta es la referencia que has pedido, debes coger la copa de vino y hacer girar el contenido de la copa para, acto seguido, aspirar los aromas que te transmite.

Después de olfatearlo, debes beber un poco y dejarlo unos segundos en la boca para sacarle los matices de sabor y comprobar, también, si está a la temperatura correcta, o que no predomine el alcohol como sabor dominante en boca.

Si el vino está muy destemplado o caliente, debes pedirle al camarero un enfriador manual para que la botella alcance así la temperatura correcta según tu gusto. Aunque no es habitual que una botella de vino salga defectuosa, si al probar el vino sientes matices avinagrados o excesivamente alcohólicos, no dudes en pedirle al camarero que te la cambie por una nueva.

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