Los niños pequeños están expuestos a riesgos constantemente, tanto en casa como cuando salen a la calle. Por ello, para evitar sustos y accidentes, es fundamental que los padres pongan toda su atención sobre los menores.
Aunque esté bajo la atenta vigilancia de sus padres, son muchos los accidentes que puede tener un niño: desde caídas y quemaduras hasta intoxicaciones. Por ello, te damos algunos consejos para reducir preocupaciones y mantener a los niños seguros en todo momento. Así que, ¡apunta!
Contratar una póliza de salud
¿Te preocupa la seguridad de tus hijos? En ese caso, disponer de un seguro de salud para niños nos garantizará que los pequeños reciben, ante cualquier percance, una adecuada atención médica y, sobre todo, con mayor rapidez. Y es que, cuando se trata de cuidar la salud de niños y bebés, tener una protección extra nunca está de más.
Este tipo de pólizas cubren las visitas de pediatría y las consultas de especialistas, como oftalmólogos, dermatólogos, fisioterapeutas u odontólogos, entre otros muchos profesionales.
Además, muchos padres no saben que las compañías de seguros dan la opción de asegurar a los niños desde el momento que nacen. Incluso, algunas compañías cubren al bebé durante los primeros 30 días de vida con el seguro de sus padres, incluyéndole las mismas coberturas y periodos de carencia que tienen los progenitores en su póliza.
Medias de seguridad infantil en casa
Aunque no salgan a la calle, los niños también están expuestos a muchos peligros en casa y ello puede producir serios accidentes. Algunas medidas de seguridad que se deben tomar en casa son:
Poner topes en puertas y cajones
Colocar topes en las puertas evitará que los peques introduzcan sus pequeños dedos en los ángulos y en los laterales. Por otro lado, también es conveniente impedir el acceso de los menores a cajones y armarios con contenido de riesgo para ellos. Para tanto, es esencial guardar todos los objetos peligrosos (cuchillos, tóxicos de limpieza, botiquín, cerillas, mecheros, etc.) a una altura inaccesible y fuera de su campo de visión.
Proteger las ventanas y los balcones
Para evitar caídas y accidentes graves, debemos asegurar el cierre de las ventanas y balcones con bloqueadores de seguridad. Es importante que sean inaccesibles para el pequeño, pero de fácil acceso para los adultos.
Se recomienda evitar la instalación de rejas que bloquean la salida en caso de emergencia. Es mejor, en todo caso, instalar redes de seguridad anticaída certificadas. Y, para que no haya caídas por las escaleras, es conveniente instalar barreras de seguridad en todos aquellos espacios donde no queremos que el niño acceda, así como optar por una barrera atornillada en la parte alta de las escaleras.
Protección contra incendios
Para proteger a los niños del fuego, se pueden emplear barreras de seguridad, así como instalar detectores de humo y de monóxido de carbono por todas las estancias de la casa.
Cuidado con los enchufes
Los niños tienen una cierta tendencia a introducir sus dedos en los enchufes de la casa. Por ello, todos los enchufes deberían contar con protección infantil. Del mismo modo, evita tener cables de forma visible y no les dejes manipular aparatos electrónicos. De este modo, se reducirán los accidentes.
Anclaje de muebles
Los muebles pesados pueden acabar cayéndose y produciendo muchos incidentes. Especialmente, muchos de ellos pueden tener objetos que llaman su atención. Por tanto, es aconsejable anclar los muebles auxiliares y algunos electrodomésticos a la pared. Por ejemplo, la televisión.
Vigilancia en jardines y parques
También es conveniente vigilar al niño, especialmente si es bebé, cuando estemos en parques y jardines. Controla que no toquen la hierba recién abonada o plantas tóxicas.
Con todos estos consejos, tus hijos estarán protegidos y reducirás la aparición de accidentes.