Gracias al calentador de gas, podemos cocinar o ducharnos con agua caliente. Por eso, uno de los grandes temores de muchos usuarios es una avería del calentador que nos deje sin agua caliente o sin gas para cocinar. Por suerte, puedes detectar las averías más comunes y avisar al técnico para que venga a repararlas cuanto antes. De hecho, las preguntas típicas de la revisión del calentador suelen ir por ahí y están relacionadas con las posibles averías. Vamos a conocer las averías más comunes y cómo podemos detectarlas.
La salida de gases se ha obstruido
Realmente no es una avería, pero sí uno de los problemas con los que nos podemos encontrar: el gas se apaga solo cuando lleva funcionando unos minutos. La razón es muy simple, se apaga porque se ha activado el sensor de seguridad debido al calor acumulado. Hace unos años, esto no pasaba pero por suerte las medidas de seguridad han mejorado, y en caso de detectar un problema el sensor apagará el gas. Comprueba que el tubo de salida no esté obstruido, es uno de los sitios preferidos de los pájaros para construir sus nidos.
Si no hay pájaros y la salida está en perfecto estado es posible que se apague porque tienes el gas a una potencia superior a la que deberías, y el agua se calienta en exceso. Esto hace que se acumule el calor y activa el mecanismo de seguridad. Otro problema habitual es cuando se enciende pero la llama es pequeña y no calienta el agua. Si la presión es correcta, el problema será de la membrana, que está en mal estado y no da suficiente presión a la válvula de gas.
Problemas con el chicle
Uno de los culpables de muchas averías del calentador del gas es el chicle, y se pueden detectar de varias formas. La primera de ellas es abrir el grifo del gas y que salte la chispa pero no se encienda. Si el calentador es de llama piloto, lo más probable es que el chicle esté sucio, aunque antes de llamar al técnico comprueba que tengas gas en la bombona, que la llave del gas esté abierta del todo y que el regulador esté encendido. Cuando salta la chispa pero no se enciende, el problema es el gas. Es una avería bastante común en el hogar.
Otro fallo habitual se da cuando mantenemos pulsado el botón con la llama piloto, pero cuando lo soltamos se apaga la llama. Lo más probable es que el chicle esté sucio. Esto hace que la llama sea muy pequeña, por eso cuando soltamos el botón no llega a dar en el termopar y se apaga. También puede ser que el termopar esté roto, así que la válvula se cierra aunque le de la llama. Si eres un poco manitas, quizá puedas arreglar el problema por tu cuenta aunque siempre será mejor llamar a un profesional.
Fallos de alimentación
Por último, hay que hablar de los problemas de alimentación. Los síntomas son simples: abrimos el grifo y la luz parpadea, pero no pasa nada. Es más común en calentadores automáticos, y según el tipo de calentador la causa será una u otra. Si es a pilas, lo más probable es que estén gastadas y las tengas que cambiar. Si es un calentador hidropower, el problema está en que el hidrogenerador no proporciona la energía necesaria porque está roto o porque está obstruido, y la bobina no puede girar.
Para evitar averías, es imprescindible un buen mantenimiento de tu calentador. Cumplir con las revisiones oficiales y avisar al servicio técnico o a un especialista cuando tengas un problema te ayudará a evitar nuevas averías de cara al futuro y a prolongar la vida útil de tu calentador de gas mucho más tiempo.