No hay nada como disponer de un jardín en tu casa, pero es necesario cuidarlo y para eso necesitas unas herramientas que no puedes tener dentro de la vivienda. Tenemos varias opciones para guardar las herramientas, como un garaje -que nos restará espacio en casa- o construir nosotros mismos una caseta de jardín que no siempre queda bien. Por eso, una de las opciones más interesantes es instalar una caseta prefabricada para guardar las herramientas del jardín y tenerlas siempre a mano para cuando sea necesario cuidar de este espacio.
Qué son las casetas prefabricadas
Cuando nos referimos a las casetas prefabricadas hablamos de unas construcciones modulares que se pueden transportar y desarmar, pero también reorganizar. Este tipo de arquitectura produce unos módulos prefabricados que luego podemos instalar en nuestro jardín a nuestro antojo, evitando el impacto visual y reduciendo también el impacto ambiental que produce una construcción de este tipo. Se fabrican en un espacio cerrado, y en tu jardín solo se producirá el montaje final, por lo que te puedes olvidar de escombros desperdigados por el jardín al acabar la obra.
Se pueden utilizar materiales naturales como la paja, el bambú o el adobe, láminas de pet, aluminio o metal, e incluso hormigón, pero el acero es el material más utilizado en las casetas prefabricadas debido a sus propiedades. Es un material resistente a la degradación, lo que permite ahorrar en mantenimiento, y además mantiene nuestras herramientas a salvo de las inclemencias del tiempo o del agua de riego del propio jardín. Siempre hablamos de materiales de calidad, lo que nos garantiza la durabilidad de la caseta.
4 ventajas de las casetas prefabricadas
Hay muchas razones para apostar por las casetas prefabricadas para guardar nuestras herramientas de jardín frente a otras opciones más clásicas:
Bajo impacto visual
Como hemos dicho, el impacto visual es mínimo y siempre tenemos la posibilidad de mover la caseta de sitio si en el futuro no nos convence o decidimos dar una nueva imagen a nuestro jardín. Un respeto al entorno que nos permite racionalizar mejor el uso del espacio del que disponemos en el jardín y no sacrificar más del necesario para guardar las herramientas.
Reducen el impacto ambiental
Todos los procesos tienen en cuenta una reducción del impacto ambiental, desde la fase de diseño y producción hasta su acabado final. Este diseño sostenible no solo reduce este impacto, también hace que la caseta sea energéticamente eficiente gracias al uso de diferentes tipos de aislantes. Además, nos permite reducir la cantidad de residuos generados en su producción e instalación frente a otras opciones más tradicionales como puede ser la construcción de una caseta para las herramientas de ladrillo y hormigón que fabriques tú mismo.
Mayor resistencia y seguridad
También reducimos los tiempos de construcción pero sin condicionar el resultado final, que no es otro que el de unas casetas más resistentes que las construcciones tradicionales, de más calidad y con la misma seguridad, ya que hablamos de unas construcciones totalmente seguras. No puedes pasar por alto que al fabricarse en un entorno cerrado se reducen la emisión de gases contaminantes como el dióxido de carbono y la contaminación acústica. También nos permite ahorrar en materiales de construcción.
Usa los módulos que necesites
Además, puedes tener tantos módulos como necesites para tu jardín y colocarlos a tu antojo para aprovechar al máximo todo el espacio que haya disponible. Al estar hechas con materiales de muy buena calidad y ser resistentes y duraderas, puedes trasladarlas y darles otro uso si llega un punto en que no las necesitas para guardar las herramientas de tu jardín. No olvides que se trata de la última tendencia en arquitectura sostenible en ámbitos como el de la construcción o las garitas de seguridad, y cada vez es más común que se usen también para almacenar objetos en casa como las herramientas.