Consejos para calcular presupuesto doméstico

6 claves esenciales para organizar los gastos del hogar

Si quieres que tus cuentas cuadren a final de mes, lo mejor es tener una economía doméstica sana y cuidada. El presupuesto doméstico es esencial, y para ello, te ofrecemos una serie de claves para organizar los gastos del hogar, a continuación.

Cómo hacer un presupuesto doméstico

Para hacer un presupuesto doméstico, primero debes anotar lo que ganas y lo que gastas normalmente. Para que esta tarea sea más sencilla, guarda durante dos meses los recibos de los gastos mensuales fijos. Anota también el monto real de tu salario. Suma gastos y réstalos a los ingresos. Si estás gastando más de lo que ganas, tienes un problema. Toma nota de estos consejos para organizar los gastos del hogar y ahorrar desde el primer momento:

Hacer una lista con los ingresos

Intenta realizar una hoja de balance para calcular tu presupuesto doméstico. Esta hoja tendrá varias columnas. En la primera, tienes que colocar los ingresos. Indica los ingresos totales de la familia. Las entradas más importantes suelen ser la nómina o la pensión de la Seguridad Social. No obstante, también puedes tener alquileres o rentas que pueden sumarse a estos ingresos mensuales.

Evaluar los gastos en casa

También tienes que tener una columna con los gastos del hogar. Incluye todos los gastos actuales, desde el alquiler de la vivienda (o letra de la hipoteca) hasta los pequeños desembolsos diarios, como la compra del diario o el café que te tomas a media mañana. Recuerda que no podrás ahorrar en el supermercado si tienes que cocinar para uno solo o para toda la familia. Una buena idea es estar unos meses anotando cada uno de los gastos diarios para tenerlos más claros.

Además, también tendrás que anotar los gastos ocasionales, como las vacaciones, los regalos de cumpleaños o las compras navideñas. También el dinero que sueles destinar a las rebajas. Cuanta más información añadas, más preciso será el presupuesto doméstico.  Si no tienes la cantidad exacta, juega con cantidades estimadas.

Extrae la diferencia entre ingresos y gastos

Resta tus gastos a tus ingresos para saber tu presupuesto doméstico de forma rápida y sencilla. Si tus gastos superan a tus ingresos, tienes un problema a la hora de organizar los gastos del hogar. Sin duda. Pero, además, es aconsejable que los gastos no superen el 90% de los ingresos, para que puedas ahorrar, como mínimo, un 10% cada mes.

Este ahorro te servirá para reducir deuda o bien para acumular capital para distintos fines, ya sea tener un fondo de emergencias o crear un plan de jubilación privado, por ejemplo.

Reduce los gastos mensuales

Ahora que tienes las cuentas claras, es momento de ver si puedes reducir los gastos. Para ello, te ayudará la segunda columna (la de gastos) en la que tendrás que especificar si son gastos fijos obligatorios, variables necesarios o discrecionales.



Los primeros varían poco. Suelen ser gastos como la hipoteca, los prestamos o los alquileres. Este tipo de gastos no suelen disminuir por mucho que queramos. Los gastos variables necesarios son los suministros (agua, gas, electricidad etc.), la comida, la ropa o el transporte. Aunque son necesarios, se pueden reducir con un consumo más moderado. Usa bombillas de bajo consumo, dúchate en vez de bañarte o compra en base a las ofertas de los supermercados, por ejemplo.

Por último, los gastos discrecionales son todos los gastos que en caso de necesidad podrían reducirse drásticamente o eliminarse. Comidas fuera de casa, vacaciones, compra de libros o música etc.

Aplica el nuevo presupuesto doméstico

En base a todos estos datos, tendrás un presupuesto nuevo para organizar los gastos del hogar. Partidas presupuestarias claras que tendrás que cumplir mensualmente. La finalidad de este presupuesto doméstico es, ante todo, el ahorro mínimo del 10% de tus ingresos.

Comprométete a realizar pequeños cambios y haz que toda la familia se implique en ello. Concienciar al resto de los integrantes de tu hogar te ayudará a reducir mucho los gastos mensuales. Ojo, tienes que ponerte siempre metas sencillas y realizables. Aunque quieras ahorrar un 20% de tu salario, quizá no sea posible reducir tanto los gastos.

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