¿Eres fan del queso? Es un ingrediente que casa bien con cualquier tipo de comida: macarrones, pechuga de pollo, patatas al horno y un largo etcétera. Pero, en Muy Sencillo te recomendamos que, en lugar de optar por el queso rallado que se vende en el supermercado, te decantes por comprar tu queso favorito y rallarlo en casa.
¿Por qué? Sencillamente porque es un producto de más calidad, sin tantos conservantes y porque, así, podrás aprovecharlo no solo en su forma rallada sino, también, para hacerte bocadillos o mezclarlo en taquitos en tu ensalada. En este artículo vamos a descubrirte los mejores trucos para rallar queso con o sin rallador y que, así, puedas disfrutar de uno de tus alimentos favoritos en tus platos.
Aprende a rallar diferentes tipos de quesos con estos consejos
Para que sepas cómo rallar queso correctamente es importante que, antes, diferenciemos los diferentes tipos de quesos que hay ya que, dependiendo de su textura y consistencia, deberemos seguir unos pasos u otros.
Tanto si necesitas añadir queso parmesano a la pasta como si prefieres rallar queso para decorar tus platos, aquí vamos a descubrirte las técnicas para rallar los diferentes tipos de queso (los más comunes) y que te ayudarán a poder disfrutar de un plato delicioso y adaptado a tus gustos favoritos.
- Rallar queso fresco o tierno: este es un tipo de queso que puede ser difícil de rallar de forma natural. Lo más recomendable es que lo congeles unos 20 o 30 minutos para que, así, su cuerpo se endurezca ligeramente y podamos pasarle el rallador más fácilmente. Algunos de los quesos de este grupo sería el brie, la mozzarella, el queso de Burgos, etcétera.
- Quesos curados o muy duros: en la otra cara de la moneda tenemos estos otros quesos que, también, pueden ser muy difíciles de rallar debido a la dureza de su carne. En estos casos, lo mejor es que los rallemos metidos en un recipiente o bolsa para que, así, no llenemos toda la cocina de restos de queso. Más que hilos, estos quesos soltarán polvo de queso y, por tanto, es importante que se contenga bien durante el procedimiento.
- Rallar quesos grasos: en el caso de que quieras rallar quesos del tipo Havarti, Edam o Gouda tienes que saber que existen trucos que te ayudarán a conseguirlo. Piensa que este tipo de ingrediente puede quedarse pegado en el rallador y, para evitarlo, nada mejor como engrasar previamente este utensilio de cocina (puedes usar un poco de aceite de oliva, por ejemplo) y así el queso se deslizará fácilmente. Además, ¡será mucho más fácil de limpiar!
2 formas de rallar queso si no tienes rallador
Pero, ¿qué pasa si no tienes rallador para rallar queso? ¡Nada de nada! Lo cierto es que, aunque es un utensilio muy práctico para tener en casa, no es 100% imprescindible si quieres disfrutar de un delicioso queso rallado.
Así pues, si te encuentras en una cocina donde no hay rallador o si se te ha roto el tuyo, no tienes por qué renunciar a poner un poquito de este rico ingrediente encima de tu plato de espaguetis. Solamente, tendrás que optar por estos trucos para rallar queso sin rallador:
1. Triturar un pedazo de queso en un procesador de alimentos
Es una opción perfecta, sobre todo, para los quesos más duros. De hecho, no se recomienda que se haga con los más tiernos ya que podrían quedar cremas. Simplemente tendrás que triturar el pedazo de queso que quieras consumir ¡y listo! Tendrás trocitos pequeños que podrás espolvorear encima de tu receta.
2. Usa un cuchillo para rallar el queso
Otro de los mejores trucos para rallar queso sin rallador es que uses la hoja de un cuchillo. Solo tendrás que raspar la superficie del alimento en forma recta para ir extrayendo pedazos fileteados de queso que podrás echar en cualquiera de tus platos.