Para mantener tus plantas siempre saludables, necesitarás trasplantarlas de una maceta a otra de vez en cuando. Y es que, cuando una planta crece demasiado para estar en una determinada maceta, necesita ser trasplantada a otro tiesto de un tamaño superior. Descubre en este artículo de jardinería todos los pasos que debes seguir para cambiar la maceta de una planta.
¿Cuándo cambiar la maceta de una planta?
Para determinar con certeza cuándo se debe trasplantar una planta a otro tiesto o maceta, lo primero que debes hacer es dejar la planta sin regar durante unas 48 horas aproximadamente para que la tierra se seque bien.
Una vez que la tierra se haya secado, debes sacar la planta de su macetero dándole la vuelta a la maceta con una mano, y con la otra, sujetando la planta con mucho cuidado para que no se te caiga.
Si compruebas que la tierra se queda muy adherida a la maceta, esto es debido a que dentro de la planta hay una gran cantidad de raíces y muy poca tierra, y esta será una señal indicativa de que debes trasplantar tu planta a otra maceta lo antes posible. Conoce cómo hacer macetas y decora con tus platas para conseguir un bonito hogar.
Pero si ves que la tierra se desprende fácilmente de la maceta, y además de ver raíces también ves aun bastante tierra, entonces puedes devolver la planta a su maceta original y esperar un poco más de tiempo para trasplantarla.
¿Cómo cambiar la maceta de una planta?
Si has comprobado que la planta no se desprende de la tierra con facilidad, esto se debe a que las raíces ya se quedan demasiado presionadas en el interior del macetero. Por ello, lo primero que debes hacer es comprar un tiesto o maceta de un tamaño mayor al que tiene la planta, y que sea, como mínimo, unos dos centímetros de diámetro más grande y otros dos centímetros más profundo.
El siguiente paso tras tener listo el nuevo macetero, es que riegues la planta que quieres trasplantar con un fertilizante, entre uno o dos días antes de que vayas a cambiar la maceta de la planta. Aprende cómo hacer abono orgánico para realizar el último riego en ese maceta.
Después, debes llenar la nueva maceta o la maceta de destino con tierra de cultivar, procurando utilizar suficiente tierra como para que su nivel esté unos dos centímetros por debajo del borde superior de la planta.
Continúa ahora mezclando el mismo fertilizante que utilizaste con tu planta antes del trasplante, pero ahora ponlo en la tierra que acabas de colocar dentro de la nueva maceta, y asegúrate de que no queda seca ninguna zona de la maceta.
El siguiente paso para trasplantar tu maceta es hacer un orificio en la tierra que has colocado en el nuevo tiesto, y que este agujero tenga aproximadamente las mismas dimensiones que la maceta en la que antes estaba la planta.
Después debes sacar la planta de su maceta original, pero siempre sujetando bien la base de la planta con la mano abierta, porque así te asegurarás derramar la menor cantidad de tierra posible y también evitarás dañar las raíces durante todo el proceso.
Una vez que la tengas entre las manos, debes colocar la planta en la maceta grande y una vez colocada, puedes ponerle más tierra para rellenar todos aquellos agujeros que te han quedado más vacíos de tierra. Debes asegurarte, además, que ninguna parte de las raíces queda expuesta al exterior.
El último paso es regar ligeramente la maceta, mezclando agua y el mismo fertilizante que utilizaste antes de trasplantar tu planta a otra nueva maceta. Debes mantener la planta en un lugar algo apartado de la luz solar durante unos días, hasta que la planta se habitúe a su nuevo espacio.
Por último, conoce las mejorar macetas para jardín y consigue unas plantas decorativas y creativas.