A muchos conductores les mencionas la correa de distribución y les cambia la cara. Más si el que se lo dice es el mecánico, ya que es una de las reparaciones más temidas debido a su precio. La correa de distribución se puede cambiar en casa de forma preventiva, para evitar que se rompa y afecte al resto de partes del motor. A continuación, en nuestros tutoriales de mecánica, vamos a ver cómo cambiar la correa de distribución paso a paso, pero antes debes saber que necesitarás un gato hidráulico, un caballete y la caja de herramientas donde no falten llaves fijas, allen, la llave cruz, vasos, la carraca y destornilladores, además de unos guantes.
¿Cómo cambiar la correa de distribución?
Para empezar nuestro proceso de mecánica, tendremos que elevar el coche con el gato hidráulico y el caballete, y con la ayuda de la llave cruz retiramos una rueda. Según el vehículo el motor está en uno u otro lado, si no lo sabes consulta la ficha técnica del vehículo. En ella también se indica cómo acceder a la correa, algo muy importante ya que no siempre es igual y en algunos modelos hay que retirar también la correa de accesorios y las protecciones de la distribución.
El siguiente paso será bloquear las poleas apuntalando el motor según las indicaciones de la ficha técnica. En principio un destornillador fino debería ser suficiente, aunque en algunos modelos quizá necesites una palanca especial. A continuación giramos el motor con el tornillo del cigüeñal hasta que esté perfectamente alineado. Con la ayuda de un rotulador blanco o un típex marcaremos la posición de cada polea para no olvidar su posición respecto a la correa y al motor. Ya tenemos el motor sincronizado.
Llega el momento de aflojar el rodillo tensor y sacar la correa de distribución. Aflojar el rodillo no tiene ningún misterio más allá de saber cómo aflojarlos según sean de tensión automática, resorte, elevador hidráulico o manual. Al aflojarlo retiramos la correa de distribución del motor. Puedes aprovechar también para quitar los rodillos tensores y de enrollado y la bomba de agua, renovando esta última. Así te ahorras tener que repetir la operación en un futuro, y es una sustitución barata. La ponemos antes de colocar la nueva correa de distribución.
Para ello montamos de nuevo los rodillos e instalamos la correa de distribución siguiendo las marcas de color blanco que hemos hecho con el objetivo de realinearla. Una vez esté bien alienada, hay que ajustar la tensión del rodillo tensor y volver a girar el motor varias veces con el tornillo del cigüeñal. Si al desmontar la correa de distribución vieja tuviste que quitar también la correa de accesorios y la protección es la hora de volver a colocarlas en su sitio. Si has aprovechado para cambiar la bomba de agua purga el líquido de refrigeración.
Ya casi hemos acabado la operación, pero antes de bajar el coche arrancaremos para asegurarnos de que hemos montado bien la correa de distribución y funciona sin problemas. La mejor forma de hacerlo es acelerar de forma brusca unas cuantas veces. Así te aseguras de que la correa esté bien tensa. Si oyes una vibración al acelerar y un zumbido cuando desaceleres es porque la nueva correa de distribución está poco tensa. En cambio, si silba al acelerar o al ralentí es porque te has pasado, así que tendrás que destensarla un poco.
Hechas todas las comprobaciones necesarias, ya solo nos queda volver a colocar la rueda que hemos retirado al principio en su sitio con la ayuda de la llave cruz y bajar el coche del gato hidráulico. Como habrás podido comprobar, se trata de una operación sencilla de mantenimiento de tu coche que te permitirá ahorrar bastante al evitar la rotura de la correa y sus dramáticas consecuencias para el motor.
Si quieres saber más trucos de mecánica para no tener que ir al mecánico, puedes aprender cómo cambiar las bujías del coche en unos sencillos pasos.