La nevera es uno de los electrodomésticos que más se suele utilizar, siendo casi lugar de encuentro y peregrinación de todos los miembros de la familia. Un uso constante que hace que sea necesario que hagamos una esmerada limpieza e higienización de nuestra nevera. Una limpieza en profundidad del frigorífico nos ayudará a evitar que haya malos olores y que los alimentos se conserven en perfecto estado. Hay que tener en cuenta que mantener la nevera limpia evitará que proliferen gérmenes y podamos sufrir alguna intoxicación, además de ayudarnos a consumir menos y que nuestra nevera esté siempre como nueva.
Por si no sabes muy bien cómo limpiar el frigorífico por dentro y por fuera, te dejamos una lista de 7 pasos para limpiar la nevera a fondo y conseguir la máxima eficiencia e higiene.
Cómo limpiar el frigorífico paso a paso
¿Quieres mantener el frigorífico limpio y desinfectado con unos sencillos trucos de limpieza? Prueba con estos pasos para limpiar la nevera a fondo y consigue que tu frigorífico luzca perfecto cada día:
1. Desenchufa la nevera para vaciarla y descongelarla
Es importante desenchufar la nevera antes de proceder a vaciarla y al objeto de descongelarla. Si tu nevera es no frost, entonces la descongelación es automática, no manual, pero si tienes una nevera convencional deberás descongelar el congelador cuando el grosor de la escarcha supere los 2 milímetros de espesor. Ten en cuenta que el exceso de hielo supone que el motor del frigorífico tenga que trabajar más y gastar más energía.
Por lo que respecta al vaciado de la nevera y a la organización del congelador es aconsejable esperar a un momento en el que tengas pocos alimentos en su interior. Algo especialmente interesante en el caso de los congelados. La ruptura de la cadena de congelación puede suponer que la comida congelada pierda sus propiedades o se estropee. Es también momento de revisar las fechas de caducidad de los productos que tenemos almacenados en la nevera y deshacernos de aquellos que estén caducados o desconfíes de que estén ya en perfecto estado.
2. Procede a desmontar todas la piezas y accesorios removibles
Desmonta los cajones, cubetas, baldas y estanterías de la nevera y el congelador y lávalas en el fregadero con vinagre blanco de limpieza y jabón neutro para desinfectar y eliminar todos los restos de suciedad que encuentres. Seca bien cada pieza con un paño de algodón o papel de cocina e saca brillo a las piezas que sean de vidrio con un poco de vinagre blanco, eliminando cualquier mancha o marcas de agua.
3. Limpia el interior de la nevera
La limpieza del interior de la nevera y el congelador debe ser metódica y en profundidad para evitar malos olores en el frigorífico. Para ello, utiliza agua templada con bicarbonato sódico y un paño suave. Ve limpiando bien todo el interior del electrodoméstico, haciendo especial hincapié en las juntas del mismo. En estas juntas de goma suele aparecer moho y suciedad, siendo importante limpiarlas a fondo con un paño humedecido en vinagre blanco de limpieza. Una vez limpio, seca bien todo con un papel de cocina o un paño seco.
4. Monta de nuevo todas las piezas del interior
Coloca de nuevo las estanterías, baldas, cubetas y cajones ya limpios y secos. También es momento de saber cómo ordenar los alimentos en la nevera y cómo colocarlos.
5. Pon un vaso pequeño con bicarbonato en el interior para evitar malos olores
Este es uno de los remedios caseros para evitar los malos olores, pudiendo usar también un limón partido por la mitad y con unos clavos de olor pinchados en ellos.
6. Limpia todo el exterior de la nevera
Procede a limpiar también las puertas, techo y paredes laterales de tu nevera. Si es de acero inoxidable, procura limpiarla con agua tibia y vinagre blanco y luego seca bien todas las superficies y saca brillo con un paño de algodón. Si hay grasa, algo que es habitual en la parte superior de la nevera, puedes recurrir a un limpiagrasas suave o a una mezcla de vinagre blanco y detergente líquido. La parte de atrás de la nevera también requiere limpieza y ha de hacerse de forma cuidadosa para no dañar ningún componente. En esta zona suele acumularse mucho polvo, siendo fácil de retirar con un plumero o un brocha suave.
7. Limpia el congelador y vacía la bandeja de drenaje
El congelador debe limpiarse de la misma forma que la nevera. En caso de que haya escarcha, retírala con cuidado de no dañar las paredes del congelador con la espátula que suele venir como accesorio. De no tenerla, puedes recurrir a una espátula de cocina de madera o hacer más rápido el proceso de descongelación con el aire caliente de un secador de pelo o una toalla mojada en agua caliente. Ponte guantes y ve retirando lo trozos de hielo que vayan soltándose. Te conviene poner una toalla o un trapo en el suelo para ir recogiendo el agua que pueda ir cayendo y que no moje el suelo. Si tu nevera tiene bandeja de drenaje, retírala y tira el agua que pueda tener retenida. Lava bien la bandeja con vinagre blanco y jabón, sécala y vuelve a colocarla.
Esperamos que siguiendo estos 7 pasos para limpiar la nevera a fondo consigas dejar tu nevera como nueva, sin olores y desinfectada.