Con la llegada del verano aumentan las actividades al aire libre. Es tiempo de disfrutar de la playa, de la piscina y de aprovechar al máximo el jardín o la terraza de casa. Y es un momento propicio para desarrollar las relaciones sociales. No hay nada más apetecible que organizar una cena a la fresca en compañía de amigos, con la luz de unas velas y un buen menú para degustar.
En ese tipo de ocasiones, un elemento importante puede ser una barbacoa. Ya sea comida o cena, entre amigos o en familia, las carnes o pescados cocinados a la barbacoa son garantía de éxito, y no solo por el sabor de las comidas, sino por la parafernalia que rodea a esta clase de convocatorias. ¿Quién no se apunta a una barbacoa?
Actualmente existen en el mercado multitud de barbacoas, desde las clásicas de obra hasta modelos eléctricos o a gas. Pero si queremos disfrutar del sabor de las carnes y pescados sin los inconvenientes del carbón o la leña, lo más recomendable es utilizar barbacoas de piedra volcánica de calidad.
¿Qué es la piedra volcánica?
Como su nombre indica, la piedra volcánica es un material que proviene del enfriamiento rápido de la lava de los volcanes. Tiene la propiedad de calentarse rápidamente y de no producir humo.
¿Cómo funcionan las barbacoas con piedra volcánica?
El funcionamiento es como el de cualquier barbacoa de gas, con la diferencia de que se añade la piedra volcánica. Por lo demás, se utilizan de la forma clásica. Basta con colocar la piedra en el compartimento correspondiente, encender el gas, esperar a que se caliente y empezar a cocinar.
Ventajas de la piedra volcánica para tu barbacoa en casa
La piedra volcánica se calienta de forma muy rápida. A diferencia del carbón y de la leña, que requieren mucho tiempo para su combustión, la lava es mucho más veloz. Si con una barbacoa de carbón tendríamos que esperar un mínimo 45 minutos para empezar a cocinar, con una de piedra volcánica solo tardaríamos unos 15 aproximadamente, e incluso menos.
La forma y el tamaño de las piedras permiten conseguir un cocinado homogéneo y aprovechar al máximo todos los rincones de la barbacoa. Por otra parte, al cocinarse sin llama se evita que los productos colocados sobre el fuego lleguen a chamuscarse.
La limpieza es otra de las ventajas de este tipo de barbacoas. La piedra volcánica absorbe las grasas, no mancha las manos como el carbón y no deja ceniza.
Otra virtud destacable de la piedra volcánica es que apenas se consume al calentarse, por lo que es totalmente reutilizable. Es decir, con una caja de piedra volcánica podemos disfrutar de barbacoas por lo menos durante un año. Bastará con recoger las piedras y guardarlas para una nueva ocasión. Si decidimos dejarlas en el interior del compartimento, es recomendable girarlas cada dos o tres usos.
La piedra volcánica puede utilizarse en barbacoas a gas o en parrillas diseñadas expresamente para trabajar con lava. Los precios de las barbacoas variarán mucho en función de los tamaños y de los materiales utilizados para su construcción. Las más sencillas pueden costar unos 150 € y las más caras, aptas para negocios de hostelería, superan los 3800 €. La piedra volcánica suele venderse en cajas de 3 kilos que cuestan unos 15 €.