Cuando nos duele alguna parte del cuerpo o notamos un poco de malestar localizado siempre es una alegría contar con algún remedio que nos alivie. Y si este bálsamo es natural y no es necesario recurrir a sustancias potentes que alteren nuestro organismo es mejor todavía.
Por eso en esta ocasión te traemos un remedio que puedes fabricar con tus propias manos: una almohada terapéutica de semillas.
Una almohada terapéutica es un cojín diseñado especialmente para tratar y aliviar problemas musculares y de fatiga, provocados por una mala postura, una lesión o el desgaste propio de la edad. En el mercado se pueden encontrar en multitud de formatos distintos, como por ejemplo las almohadillas eléctricas, que desprenden calor para aliviar las mialgias. La gran novedad de las almohadillas fabricadas con semillas es que no necesitas conectarlas y su efecto se ve reforzado por sus componentes naturales.
¿Quieres saber cómo fabricar la tuya? ¡Vamos allá!
- Tendrás que echar mano de tus habilidades de costura. Si no has cosido nunca, este es buen momento para empezar. Si la costura está entre tus habilidades, fabricar esta almohada será pan comido para ti. Básicamente se trata de conseguir la tela que vas a utilizar –el lino es una muy buena opción por su suavidad–.
- Luego recorta dos porciones rectangulares del mismo tamaño y cóselas asegurándote de sellar todos los lados excepto uno: aquél por el que introducirás las semillas que ahora te diremos.
- Es el momento de introducir lo que marcará la diferencia entre esta y otras almohadas terapéuticas: las semillas. Y ¿por qué semillas? Pues verás, las semillas de mijo, por ejemplo, le dan a la almohada un tacto único, suave y muy agradable cuando te recuestas sobre ella. Además, las semillas en general conservan muy bien el calor, y cuando calientes tu almohada, la mantendrán a una temperatura magnífica para relajar tus músculos y eliminar dolores y tensiones acumuladas. Y si quieres conseguir un efecto como el de las almohadillas para la espalda, utilizar legumbres como habas y garbanzos te proporcionará un excelente masaje en la zona que desees.
- Aprovecha para introducir hierbas con aroma para que lo desprendan al calentar la almohada. ¿Recuerdas el ambiente tan relajante que se respira en los centros de masaje? Pues en gran parte de debe a las fragancias aromáticas que utilizan. Con tu almohada conseguirás un efecto parecido.
Y para calentarla solo tienes que introducirla en el microondas uno o dos minutos. Si necesitas más calor introdúcela un minuto más como mucho, pero ve con cuidado para no quemar las semillas de su interior. Si alguna vez consideras que necesitas frío en lugar de calor, bastará con que la metas en el congelador 5 o 10 minutos.