¿Tienes la nevera hecha un auténtico desastre? Aunque no es algo en lo que solamos pensar habitualmente, lo cierto es que la organización del frigorífico es una parte importante de la organización del hogar, pues resulta indispensable para que los alimentos se conserven en óptimas condiciones y se retrase al máximo su deterioro. Además, aprender a organizar la nevera permite encontrar más fácilmente todo aquello que en algún momento compramos. Después de la compra semanal, es importante que te detengas a ordenar los alimentos en la nevera de acuerdo a una serie de parámetros, además de revisar la temperatura y limpiar tanto el frigorífico como el congelador cada semana.
Lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de organizar la nevera es lo siguiente: después de la compra, colocaremos los alimentos que ya están dentro, delante, y los recién adquiridos, justo detrás. De esta manera, consumiremos antes lo que más tiempo llevan en el refrigerador. Además, es aconsejable evitar colocar un exceso de comida en la nevera, ya que al no haber espacio entre los alimentos, el aire de refrigeración no circula con normalidad y se puede ver afectada la distribución de la temperatura.
¿Dónde colocar los alimentos en el frigorífico?
Si no sabes dónde colocar los alimentos en el frigorífico para que duren más, sigue leyendo para conocer algunos consejos prácticos para ordenar los alimentos en la nevera.
1. Las carnes y los pescados, en la zona más fría
Es aconsejable conservarlos aproximadamente a 2ºC, a poder ser en la bandeja que se encuentra encima del cajón de las verduras. Así, se evita que puedan producirse goteos a otros alimentos.
2. Lácteos y embutidos, en la parte central de la nevera
Al no necesitar tanto frío, podemos colocarlos en el centro del frigorífico. En esta zona también se pueden colocar los alimentos que ya estén cocinados y aquellos en cuya etiqueta figure el siguiente mensaje: "una vez abierto el envase, consérvese en el frigorífico". Conserva los envases de lácteos y de carne bien cerrados, a una temperatura de unos 4ºC-5ºC, aproximadamente.
3. Las frutas y verduras, en los cajones
Un exceso de frío podría deteriorar sus propiedades, por lo que es aconsejable colocarlas en los cajones transparentes de la nevera.
4. Las bebidas, en los estantes de la puerta
La zona de la puerta es la parte menos fría (suele encontrarse a una temperatura de 10ºC a 15ºC), por lo que ahí podemos colocar los productos que no precisan de temperaturas bajas para su conservación, como son las bebidas, la mantequilla o la salsa de tomate.
5. Alimentos calientes y latas de conserva, en la despensa
Algunos alimentos no deben conservarse en la nevera, por extraño que nos pueda parecer, como es el caso de las patatas, las cebollas, los ajos, los alimentos calientes y las latas de conserva. Además, algunas frutas y hortalizas de verano (berenjenas, melones, calabacines, etc.) o tropicales (piña, mango, plátano) no soportan bien el frío de la nevera.